LA MONCLOA APUESTA POR QUE EL 21 HAYA ESTATUT, Y VÍA LIBRE A LA TREGUA

 

 Artículo de Antonio Martín Beaumont en “El Semanal Digital” del 16.01.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Zapatero fijó el "libro de ruta" con sus barones en la cena del martes pasado en Madrid: Rubalcaba cerrará el acuerdo con los nacionalistas catalanes y Otegi pedirá la paz a ETA.

16 de enero de 2006.  Otra semana de infarto. Y van ya… Tras el "menazo" militar de la semana de Reyes Magos, el jueves pasado el presidente del Gobierno se despachó con unas declaraciones desde luego sorprendentes en relación al Congreso que la ilegalizada Batasuna pretende celebrar el 21 de enero. La Ley de partidos "es muy restrictiva", su aplicación "delicada" y "hay que respetar los derechos y libertades individuales", dijo José Luis Rodríguez Zapatero a la salida de la recepción presidida por el Rey al Cuerpo Diplomático acreditado en España.



La Oposición protesta, y los reacios del PSOE callan



Naturalmente, la oposición, a la que pilló de retiro en "mega maitines" de dos días (jueves y viernes) en el Parador de Toledo, reaccionó con rapidez: Ángel Acebes interpretó las palabras de Zapatero como "anticipo del precio político que ETA viene pidiendo hace mucho tiempo" y fue más allá, incluso, al decir que "el siguiente plazo (que pagará el presidente) es el derecho de autodeterminación, que es realmente lo que importa"; y Mariano Rajoy acusó de "cobardía sin límites" al jefe del Ejecutivo por "humillarse" ante el "brazo político" de ETA y "liderar una rebelión" contra una norma, lo que quita "autoridad moral" para exigir a ningún español que respete la ley.

Sin embargo, las palabras gruesas de los dos máximos representantes de la oposición contrastan con el espeso silencio de líderes socialistas tan proclives estas semanas a hablar sobre "el lío" del Estatut de Maragall y a intervenir en diversas ocasiones sobre todo en asuntos como los relacionados con ETA y el País Vasco.

Algunos analistas ven en la afonía a estas horas de dirigentes socialistas -salvo la "fuera de juego" eurodiputada Rosa Díez- como Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Manuel Chaves, José María Barreda o de ministros como José Bono y Juan Fernando López Aguilar una clara prueba de que en la cena que mantuvieron el pasado martes en La Moncloa los barones del PSOE con el presidente del Gobierno, el "dos" del partido, José Blanco, y el "gran gurú" portavoz socialista en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, la hoja de ruta allí presentada les obligó a callar. Al menos de momento, hasta el próximo 21 de enero, fecha en la que coinciden el Congreso de Batasuna y el Comité Federal socialista.



El Estatut es el precio de la tregua



Y es que el run-run que sale de las a veces espesas paredes del cuartel general del PSOE en la calle Ferraz, señala que el presidente avisó a los postres de la cena de que si el día 21 Rubalcaba ha logrado sellar un acuerdo satisfactorio para el Cuatripartito catalán que recoja, en buena medida, un encaje del Estatut catalán, "limpio como una patena" constitucionalmente hablando, pero que abra paso a una nueva España plurinacional y confederal, el Congreso de Batasuna hará una declaración en la que pedirá el abandono de las armas a ETA como paso previo a la declaración de tregua por parte de la banda terrorista.

En fin, para algunos de los citados en La Moncloa la tarde-noche del 10 de enero, según destacan fuentes socialistas, lo escuchado "suena a ciencia ficción", pero –señalan- "cosas más complicadas se han visto", por más que se reconozca que encajar constitucionalmente un Estatut que posibilite, vía reforma de leyes orgánicas, una España confederal donde puedan convivir varias naciones con la española es tanto como conseguir la cuadratura del círculo. De momento, por si acaso, toca silencio.