PATRIOTISMO CONSTITUCIONAL, PATRIOTISMO EN LA CONSTITUCIÓN

 

 Artículo de Luis Míguez Macho en “El Semanal Digital” del 07.12.05

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

 

El Día de la Constitución es un buen momento para reflexionar sobre un concepto, el de patriotismo constitucional, que ha generado polémica en los ámbitos culturales del centroderecha desde que fue asumido por José María Aznar como base para la recuperación del patriotismo español que incluía su proyecto político. Hoy la cuestión sigue de actualidad, por la simbiosis que se está produciendo en el centroderecha político entre la defensa de la unidad de España y de la Constitución de 1978.

Los críticos del patriotismo constitucional tienen buena parte de razón. El concepto nació en la izquierda, en el pensamiento del filósofo alemán Jürgen Habermas, y su finalidad era sustituir el patriotismo tradicional, que no deja de ser una emoción (el sentimiento de amor por la patria) susceptible de degenerar en nacionalismo agresivo, por una racionalización vinculada a la idea de ciudadanía democrática, es decir, a la pertenencia a una comunidad política organizada democráticamente.

La izquierda española intentó hacer lo mismo que Habermas durante la Transición. Frente al patriotismo emocional del Régimen de Franco, que aquélla tildaba de vulgar patrioterismo, proponía la adhesión al nuevo texto constitucional como sustitutivo. Pues bien, si algo demuestra el giro histórico producido en el PSOE en relación con la Constitución de 1978 es que el patriotismo constitucional a lo Habermas es un mal sucedáneo del auténtico patriotismo. Quien no quiere a su país difícilmente empezará a hacerlo por el hecho de que se haya dotado de una Constitución democrática.

Donde, en mi opinión, los críticos del patriotismo constitucional se equivocan es en la identificación de lo que la izquierda entiende por ese concepto con la utilización que del mismo hace el centroderecha político y social en España, y que poco tiene que ver con Habermas. Lo que el centroderecha español, desde su base social hasta sus dirigentes, considera patriotismo constitucional es simplemente la expresión del patriotismo español dentro de los cauces constitucionales: no un patriotismo de la Constitución, sino en la Constitución.

Esta constitucionalización del patriotismo es algo imprescindible. Aunque el sentimiento natural de amor por la patria no cambie porque lo hagan los regímenes políticos, sus manifestaciones concretas se tienen que adaptar a esos cambios para no devenir obsoletas e improponibles. El patriotismo no puede expresarse igual en una democracia como la que ahora tenemos que en un régimen autoritario como el de Franco.

En democracia, la lealtad a la Constitución, como máxima expresión de una comunidad nacional que se autodetermina política y jurídicamente, forma parte del sentimiento patriótico. Esto, que sólo recientemente ha sido comprendido por el centroderecha, siempre lo han sabido los nacionalistas, que rechazan la Constitución de 1978 no porque sea mala, sino porque es la Constitución de la Nación española.