Artículo de C. Mudarra en “Voto en
Blanco” del 16 de septiembre de 2009
Por su interés
y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio
web
No sirve ni PSOE ni PP.
España no necesita Partitocracia, sino la Democracia.
El PP falto de empuje y brío anda por la estepas políticas adormecido, anulado,
como el niño que acosado se refugia en el rincón, tapándose con las manos, sin
responder a los insultos y golpes de sus hostigadores. No hace oposición, no
sabe o no quiere. Con esa anodina actuación, jamás conseguirá arrancar y atraer
los dos millones de votos que le faltan, para obtener la mayoría clara e
indiscutible.
Rajoy
y su equipo persisten en el error. Tras este tiempo de andar diciendo que
varios dirigentes del PP eran objeto de escuchas ilegales, ahora se echan
atrás, ya no “tienen constancia” ni delatan ni saben lo que van a hacer. No han
podido concretar sus acusaciones, no presentan las pruebas que avalen su
denuncia, sin duda, una de las más graves que se pueden hacer contra un
Gobierno en democracia. Este PP marcha errático y sin rumbo. En su sueño
silente, no censura ni alza un clamoroso alboroto, al publicarse el trato
humillante recibido por los detenidos en el “caso Palma Arena” y la escandalosa
diferente vara de medir de la Fiscalía, según sean los detenidos del PSOE o del
PP; soporta las detenciones televisadas, las filtraciones del sumario, las
publicaciones de operaciones policiales que no están en el sumario y traga y
calla ante ese cúmulo de actuaciones deplorables e insidiosas.
Es
insostenible en boca de un Jefe de la Oposición este lenguaje: “Algunas las
denunciamos ante los tribunales y otras lo haremos o no”; será un chistecito o
un modus dicendi irónico, pero ni el chiste ni la
ironía se ha de aplicar a las “res publicas”, a los
asuntos políticos, sobre todo, cuando median acusaciones muy graves al
Gobierno; ello supone frivolizar el ejercicio de la actividad política.
Camina
timorato, encorsetado en excesiva prudencia, no sabe ejercitar la crítica al
Gobierno en su momento y en su exacta coyuntura. Nunca las tendrá tan mollares
un aspirante; no se entera que el Gobierno anda a la deriva sin un director de
la economía entendido y de peso, que las inadecuadas medidas tomadas contra la
crisis son desastrosas y las peores para España, que las arcas del Estado están
exhaustas, y que el paro se acerca ya a los cinco millones de criaturas, y
sigue callado, no tiene nada que decir. No se ha percatado de que los
sindicatos, aliados de ZP, y sus socios de ERC, viven pagados y pasean como
superministros, gozando de sus mamandurrias; no se entera de que el Gobierno lo
acosa, lo persigue y filtra indebidamente información y no se mueve ni
demuestra con imaginación y efectividad, ante la opinión pública, esos manejos
dañinos.
No
hace oposición eficiente y con contundencia implacable.Tanta
timidez, tanta prudencia exacerba, ese miedo será su ruina electoral. Hasta de
ámbitos socialistas emergen ya las críticas, Luis Cebrián ha lanzado un agrio
escrito en que ataca al Gobierno con enorme gravedad y virulencia. Rajoy, en su
meliflua y superficial andanza, no llega a saber que la política exige energía
y valor, precisión y dureza, de lo contrario se queda en eso, en una
ensoñación.