CIUTADANS BUSCA UNA CATALUÑA 'ABIERTA' ANTE EL 'FIN
DEL OASIS'
Noticia de Belén Parra en “El Mundo” del 01 de noviembre de 2009
Por su interés
y relevancia he seleccionado la noticia que sigue para incluirla en este sitio
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Barcelona
En un teatro abarrotado pero sin necesidad de ampararse en la ficción sino en «la Cataluña real», Ciutadans arrancó ayer su precampaña para las autonómicas de 2010 bajo el título Cataluña somos todos. La formación liderada por Albert Rivera está decidida a sacar provecho de «el principio del fin» de un modelo político representado por el oasis catalán e iniciar una nueva etapa en la que «exigiremos que Cataluña se abra de par en par».
Rivera
cargó en su discurso contra esa «Cataluña oficial impuesta por unos pocos, distanciada
de la real, encorsetada en unos clichés que hacen aguas» y ante la que piensa
aunar esfuerzos para volver a lograr representación parlamentaria como
consiguiera por vez primera hace hoy tres años.
El
presidente de Ciutadans utilizó en su retórica los últimos casos de presunta
corrupción en Cataluña para enarbolar la bandera de la responsalidad política
de servir al ciudadano en vez de «responder exclusivamente a los intereseses de
partido o a los particulares».
La
alternativa que Ciutadans puso ayer sobre el escenario del Villarroel es «la de
la Cataluña plural, la que no niega que hay un 60% de castellanohablantes, un
40% de catalanohablantes y un 90% que entiende ambas lenguas», así como el de
una sociedad «que no intenta dividir, que no busca fronteras». En este sentido,
Rivera se desmarcó de las consultas soberanistas que se celebrarán en diciembre
en un centenar de municipios catalanes: «Quien se quiera tirar en paracaídas
sin paracaídas, que lo haga», sentenció.
El
presidente del partido, al que ayer mostraron su apoyo ciudadanos de diversas
nacionalidades, focalizó sus prioridades políticas en crear una administración
bilingüe y un ámbito privado «libre», en el que nadie tenga que recibir
instrucciones sobre cómo rotular su comercio, qué medios de comunicación
consumir, en qué idioma proyectar las películas en los cines, de qué entidad
deportiva hay que ser seguidor o «hasta en qué lengua redactar las actas
vecinales».
Rivera
apeló a «las cosas que hemos conseguido, pero también a los errores» para
impulsar el cambio en el Parlament donde, recordó, «si no llega a ser por
nosotros, no se dice ni mu de la corrupción» en el pleno del pasado miércoles.
«Quien no comprenda la complejidad de Cataluña, no puede gobernarla. El PSC ha
renunciado a hacerlo para llegar al poder y ahora está de capa caída porque
renuncia al encaje de Cataluña como comunidad autónoma», sentenció Rivera antes
de remachar que su partido no apoyará a un gobierno que no tenga «un mínimo de
decencia» o que «busque la confrontación por la construcción de estados».