EL TC CONSTATA EN UN SONDEO INFORMAL SU DESACUERDO EN
EL ESTATUT
Una «prospección»
realizada ayer arroja un resultado de seis a 10 contra la última ponencia
Informe de María Peral, Madrid, en “El Mundo” del 13 de noviembre de 2009
Por su interés y
relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio
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El Tribunal Constitucional sigue encallado sobre el Estatut. Se constató ayer durante una reunión del Pleno en la que se sondeó si hay mayoría sobre los aspectos más controvertidos del último texto presentado por la ponente. El resultado fue negativo: la ponencia es rechazada por seis de los 10 magistrados, la misma situación que en julio, cuando los miembros del TC se fueron de vacaciones sin los deberes hechos.
Fuentes
del Tribunal Constitucional indicaron que no fue una votación formal ni una
fijación de postura definitiva, sino una «prospección» con el fin de comprobar
si existen o no mayorías suficientes para alumbrar una sentencia.
Tampoco
se sometió a examen la globalidad del cuarto texto que distribuyó a finales del
pasado septiembre la magistrada ponente, Elisa Pérez Vera, sino que se
consideraron sólo los aspectos del Estatuto de Cataluña en los que el
Constitucional ha encallado, entre ellos el concepto de nación utilizado en el
preámbulo, la lengua o la bilateralidad.
El
sondeo sólo sirvió para constatar que, pese los pasilleos de las últimas
semanas para negociar acercamientos, las posiciones no se han modificado. La
foto es la misma que hace cuatro meses, cuando los magistrados se marcharon de
vacaciones sin un acuerdo.
La
ponencia, que se basa en alambicadas interpretaciones de los preceptos del
Estatut para evitar declaraciones de inconstitucionalidad, sólo cuenta con el
respaldo de la presidenta del TC, María Emilia Casas, de la ponente y de los
magistrados Pascual Sala y Eugenio Gay, e incluso estos dos últimos consideran
que el texto es excesivamente contrario al Estatut.
Otros
seis magistrados rechazan, con distintas prioridades y argumentos, la ponencia
de Pérez Vera. Se trata del vicepresidente, Guillermo Jiménez, y de los
magistrados Vicente Conde, Javier Delgado, Jorge Rodríguez-Zapata, Ramón
Rodríguez Arribas y Manuel Aragón.
La
posición de este último es clave porque, por procedencia (fue designado
directamente por el Gobierno), debería estar en el sector favorable al Estatut
y, sin embargo, desde el principio de los debates se ha mantenido firme en la
defensa de la inconstitucionalidad de algunas cuestiones sensibles, como la
aplicación del concepto de nación a Cataluña.
El
Estatut sólo se salvaría con el pase de Aragón al grupo de magistrados
propuestos por el PSOE, con el consiguiente retoque de la ponencia para atraer
su voto. Y, aun así, María Emilia Casas tendría que utilizar el voto de calidad
para deshacer el empate a cinco. Una situación desoladora para un tribunal
partido en dos y para una sentencia en la que está en juego la configuración
del Estado.