VELOZ DESGASTE DEL GOBIERNO Y PETICIÓN DE ELECCIONES GENERALES

 

Editorial de  “El Mundo” del 07 de febrero de 2010

Por su interés y relevancia he seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web


Hay pocas dudas de que Zapatero atraviesa por su peor momento político desde que llegó a La Moncloa, a pesar de que la legislatura que comenzó el 9-M de 2008 aún no ha llegado a su ecuador. Así lo certifica la encuesta que publicamos de Sigma Dos-EL MUNDO. Si hoy se celebraran elecciones generales, el PP ganaría al PSOE con una ventaja de 5,8 puntos en intención de voto. El sondeo ofrece muchas vertientes para el análisis. Es verdad que tras unas semanas en las que el Gobierno no ha dado ni una, cabría suponer que la intención de voto de los socialistas descendiera en más de siete décimas en relación con nuestra anterior encuesta. Y también cabría deducir que el avance del PP tendría que situarse por encima de esas tres décimas que sube, puesto que es la única alternativa de gobierno.

Sin embargo, lo más significativo -a la vez que lo más preocupante para el Gobierno- no son los aspectos cuantitativos de la encuesta, sino los cualitativos. El espectáculo de errores, contradicciones, improvisaciones y falta de coraje por miedo a los sindicatos que ha protagonizado el Ejecutivo sólo en la última semana empieza a pasarle factura. No son los mercados internacionales los únicos que no creen en la solvencia del Gobierno español. El sondeo refleja un desgaste galopante del Gobierno -el 52% cree que su gestión es mala o muy mala-, un deterioro de la imagen de Zapatero sin precedentes -por primera vez Mariano Rajoy le saca ventaja, aunque sea poca- y una sensación creciente de que el Gobierno carece de credibilidad y de capacidad para encarar una crisis económica tan profunda como la que atravesamos. Hasta el punto de que el 65,8% de los ciudadanos reclama una remodelación -opinión compartida por el 46,9% de los votantes socialistas- a pesar de que no hace ni un año que Zapatero cambió a sus ministros.

Como consecuencia del hartazgo ante la falta de solvencia del Gobierno, muchos españoles empiezan a pensar que la única solución a la doble crisis, económica y política, es la convocatoria de elecciones generales. El 51,1% así lo considera y aunque esta opinión es abrumadora entre los votantes del PP -un 92,3%-, también es significativo que el 19,3% de los electores de Zapatero quiera poner ya punto y final a la legislatura.

A pesar de que es difícil que se puedan encender más luces de alarma -incluso dentro de sus propias filas reina el más absoluto desconcierto-, Zapatero parece empeñado en restar importancia al descrédito de nuestro país en los mercados o atribuirlo a una conspiración, y no al resultado de sus políticas, más erráticas cada día que pasa. La mejor prueba de que este Gobierno da muestras de haber entrado en barrena son las declaraciones que hace hoy a este periódico el secretario de Estado de la Seguridad Social. Octavio Granado confía en que el Gobierno -o sea, él- cambie «el planteamiento de partida» de la propuesta de alargar la edad de jubilación hasta los 67 años. Puesto que la medida fue aprobada por el Consejo de Ministros, cabe preguntarse si el Gobierno ha resignado el poder ejecutivo que le atribuye la Constitución para convertirse en una instancia que elabora documentos -pensiones, reforma del mercado laboral- con el fin de negociarlos con los sindicatos, que son quienes tienen la última decisión.