EL PLAN IBARRETXE AVANZA; SU RECHAZO, TAMBIÉN

 

 Editorial de  “El Mundo” del 06/02/2005

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

Decíamos en los pasados días que Ibarretxe había salido fortalecido del Pleno del Congreso del pasado martes en la medida en que Zapatero, en lugar de rechazar de forma tajante el plan nacionalista, había ofrecido la negociación de un nuevo «acuerdo histórico y definitivo», dejando abierta la puerta a un proceso constituyente.

Así lo han percibido también muchos ciudadanos, entre los que crece la opinión de que el Gobierno y la Justicia deben poner todos los medios legales para detener la aplicación del plan Ibarretxe. Lo refleja la encuesta que hoy publica EL MUNDO, en la que el 62% de los españoles pide que Zapatero recurra ante los tribunales si Ibarretxe convoca la consulta a la que se ha comprometido.

El porcentaje es alto, pero lo más significativo es que hace un mes sólo se pronunciaba un 42% a favor de esta iniciativa. En coherencia con esta respuesta, el 50% de los encuestados declara que el Gobierno debe impedir la celebración de esa consulta, aunque sea mediante la intervención de las Fuerzas de Seguridad del Estado.

El 40% de los ciudadanos cree que el debate del Pleno lo ganó Rajoy, que defendió una política de firmeza, mientras que un 30% afirma que Zapatero estuvo mejor. Es cierto que las intervenciones de uno y otro fueron muy distintas, pero es importante subrayar que Rajoy convenció al 90% de los votantes del PP y Zapatero a solamente un 61% de los suyos.

Ello pone en evidencia que un sector del electorado socialista preferiría una mayor contundencia por parte de su líder a la hora de rechazar el plan, aunque también es cierto que casi un 40% de los encuestados cree necesario ese «acuerdo histórico y definitivo» que propugnó el presidente.

Las elecciones que se van a celebrar el 17 de abril serán el mejor test para saber si la estrategia de guante blanco de Zapatero tiene éxito. El líder socialista pretende atraer a la franja más moderada del nacionalismo vasco, mientras Ibarretxe y el PNV se afanan por quedarse con el voto de Batasuna, que no va a poder presentarse a los comicios.

Los dirigentes de la formación ilegalizada pidieron ayer al lehendakari que retrase la convocatoria de las elecciones y solicitaron que la Cámara vasca apruebe una moción instando al Gobierno de la nación a permitir que Batasuna pueda presentar sus listas.

Ibarretxe declaró que el Gobierno tripartito «trabajará activamente» para que Batasuna pueda participar en las elecciones y señaló que Zapatero tiene en sus manos esa posibilidad. Ello es falso porque la ilegalización de Batasuna fue decidida por el Tribunal Supremo en aplicación de la Ley de Partidos, aprobada con una enorme mayoría parlamentaria. Batasuna no se puede presentar a las elecciones ni con su nombre ni con otros.

Pero en cualquier caso la aplicación de la norma compete a la Junta Electoral y a los tribunales, jamás al Gobierno. Ibarretxe lo sabe pero prefiere hacer demagogia para ganar los votos radicales que necesita para gobernar con mayoría absoluta.