UNA SEVERA LECCION PARA ZAPATERO, UNA GRAN OPORTUNIDAD PARA EL PP

 

 Editorial de   “El Mundo” del 10.10.05

 

 Por su interés y relevancia, he seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

  

La segunda parte del sondeo de Sigma Dos tendrá previsiblemente un hondo impacto tanto en la clase política como en los ciudadanos de a pie. Por primera vez desde el 11-M hay una encuesta en la que el Partido Popular aventaja al PSOE en intención de voto.No sólo eso. También es la primera vez desde bastante antes de aquella fecha en que el PP invierte una tendencia con altibajos pero en general de caída para situarse por encima de su rival.El 40,6% de los ciudadanos está dispuesto a votar a Mariano Rajoy frente al 40,1% que apoya a Zapatero. Es decir, si hoy se celebraran elecciones generales, las ganaría el PP.

Evidentemente este dato hay que relacionarlo con el gravísimo error cometido por el presidente del Gobierno al impulsar una reforma del Estatuto catalán contraria a la Constitución y a los intereses de la inmensa mayoría de los españoles. Sin embargo, no es el único motivo del fuerte desgaste registrado por el PSOE.La tendencia socialista a la baja comienza hace ya varios meses; lo mismo que el deterioro en la imagen de Zapatero, que en un año ha caído nada menos que 13,6 puntos, el descenso más rápido jamás registrado en la valoración de un presidente. A ello han contribuido, sin duda, episodios como el incendio de Guadalajara, el accidente de Afganistán, el caso Roquetas, y otros asuntos como la crisis de Ceuta y Melilla o las supuestas negociaciones con ETA, que el Gobierno no ha gestionado con la eficacia que reclaman los ciudadanos y que el PP, tras aguantar muy bien un primer annus horribilis en la oposición, ha sabido aprovechar para presentarse como una alternativa sólida y creíble.

Lo que ha inclinado la balanza, en todo caso, ha sido el Estatuto catalán. Hasta ahora, Zapatero había podido conciliar las distintas posiciones dentro de su partido, pero la aprobación del texto estatutario ha sido el punto de no retorno. Ahora tiene que optar entre Maragall y el PSOE que, como demuestran las últimas declaraciones de Manuel Chaves, aboga por implicar al PP en el «proceso de pacto» que debería tener lugar en el Congreso, a sabiendas de que sólo así se cumplirá el requisito esencial de que todo cambio en el modelo de convivencia debe contar con el apoyo de los dos grandes partidos nacionales.

Zapatero debe saber que si se empeña en sacar adelante el Estatuto con retoques cosméticos, estará cavando su tumba electoral. En cuanto al PP, tiene ante sí una extraordinaria oportunidad, que no debe desaprovechar. Se equivocaría si interpretara el excelente dato de hoy como el refrendo a una política de rechazo total a la búsqueda de consensos. Ha sido precisamente la negativa de Zapatero a tender la mano al PP en los grandes asuntos que afectan a todos los españoles la que ha colocado por primera vez al PSOE ante la posibilidad de perder el poder.