EL GOBIERNO DEBE AMPARAR LA LIBERTAD FRENTE A ETA Y ERC

 

  Editorial de   “El Mundo” del 01.12.05

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

 

En las últimas 24 horas, se han producido dos hechos que obligan a Zapatero a rectificar de manera drástica y urgente su estrategia política. Por una parte, el Ministerio del Interior ha advertido al director de EL MUNDO de que la dirección de ETA tiene datos precisos sobre él y su familia. Esa información, que afecta también a otros periodistas, empresarios y políticos, procede de ordenadores incautados a un comando detenido hace más de dos años, lo cual inevitablemente plantea la duda respecto a por qué se difunde ahora, precisamente cuando el Gobierno necesita que los medios de comunicación sean especialmente sensibles a las ventajas de una tregua.

Este aviso extemporáneo ha coincidido con el intolerable episodio vivido ayer en Madrid. Cinco miembros de las Juventudes de ERC se encadenaron a la puerta de la Cope con una pancarta con el lema «paremos la cadena del odio». No actuaban de manera improvisada o al margen de la dirección del partido. La comitiva incluía a miembros de diversos medios de comunicación catalanes y venía encabezada por dos diputados de ERC: el portavoz Joan Tardá -quien luego tuvo el descaro de calificar la «protesta» como «pacífica»- y Joan Puig, quien ya el verano pasado dejó constancia de su falta de respeto por las reglas del juego democrático y la legalidad al invadir violentamente el domicilio del director de este diario.El intento de coaccionar a la Cope, que revela la catadura moral y el carácter antisistema de ERC, viene a sumarse a los ataques dirigidos desde la Generalitat contra la cadena en un giro radical respecto a la postura que tanto Esquerra como el PSC mantuvieron en su día frente al cierre del diario proetarra Egunkaria. La Generalitat ha intentado cerrar las emisoras de la Cope, privando a los ciudadanos catalanes de su derecho constitucional a sintonizar la cadena que han escogido durante décadas. Así lo han denunciado nueve periodistas ante el Parlamento Europeo mediante una petición a la que se han adherido más de 80.000 personas.

De ahí la alarma que suscita la reacción del presidente del Gobierno.Si los dirigentes de ERC ya estaban envalentonados porque el PSOE impidió siquiera que la Comisión del Diputado analizara la conducta de Puig cuando asaltó el domicilio del director de EL MUNDO, a partir de ahora lo estarán todavía más. Instado por Rajoy a condenar la coacción a la Cope, Zapatero le reprochó sus «exageraciones» y aseguró que tiene «la presunción de que todos los diputados están en la defensa de la libertades públicas de todos los españoles». Y, lo que es peor, algunas de sus palabras en la entrevista que concedió a Antena 3 fueron lo suficientemente ambiguas como para poder ser interpretadas, si no como una justificación, desde luego como una explicación que da alas a este tipo de conductas.La condescendencia de Zapatero ante un comportamiento antidemocrático resulta realmente chocante. Hasta Mas e Anasagasti, que ideológicamente están más cerca de las tesis de ERC que el PSOE, reprocharon a los diputados independentistas su actitud, que oscila entre la desestabilización y la intimidación.

Zapatero no puede seguir gobernando con el apoyo de una formación de estas características, cuya coacción a los medios de comunicación coincide con la que, por otros métodos pero con el mismo objetivo, ejerce ETA. Debe romper con Esquerra, aunque ello implique convocar elecciones anticipadas, y pactar con el PP para acabar con el chantaje permanente de quienes sólo buscan dinamitar el sistema.Y, en todo caso, como primera medida y en cumplimiento de sus obligaciones constitucionales, tiene que conceder amparo a quienes colectiva e individualmente nos sentimos amenazados, bien por el terrorismo de ETA bien por la coacción antidemocrática de ERC.