UNA CLAUDICACION DEL PSOE QUE TENDRA GRAVES CONSECUENCIAS

 

 Editorial de   “El Mundo” del 15.01.06

 Por su interés y relevancia he seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web.

  

El PSOE y los nacionalistas catalanes cerraron anteayer un importantísimo acuerdo, que, pese a su carácter jurídico y abstracto, tendrá importantes consecuencias prácticas.

 

El acuerdo garantiza en buena medida el blindaje de las competencias de la Generalidad de Cataluña, como querían los nacionalistas, ya que las disposiciones del Estatuto podrán establecer límites a la legislación del Parlamento de la nación.

El Congreso de los Diputados podrá aprobar leyes básicas en las que fijará criterios generales, pero será el Parlamento de Cataluña quien desarrolle esos principios. Ello supone una clara limitación del artículo 1 de la Constitución, que proclama la soberanía de la nación española a través de sus representantes, y configura a la Generalidad como una institución que trata de tú a tú al Estado.

El PP denunció ayer que el acuerdo es «radicalmente inconstitucional» y, que, por tanto, recurrirá ante el Tribunal Constitucional si el PSOE y sus aliados persisten en elevar a ley el pacto.

«Del Estado no va a quedar ni la raspa», dijo Soraya Sáenz de Santamaría, responsable de política autonómica del PP. Su afirmación no es exagerada, porque, de generalizarse este pacto a otras comunidades, España se convertiría en una especie de reino de taifas, donde cada autonomía podría decidir de forma casi soberana sobre su modelo educativo, su lengua, los derechos de sus ciudadanos o las infraestructuras.

La concesión de los socialistas a ERC y CiU es una claudicación en toda regla que choca contra los criterios aprobados por la Ejecutiva del partido, contra el informe de los cuatro expertos y contra lo que Zapatero ha venido diciendo desde hace mucho tiempo. De nada sirve presentar unas enmiendas al Parlamento si luego el PSOE está dispuesto a desvirtuarlas, pactando lo contrario de lo que dicen.

En su negociación con los nacionalistas, Rubalcaba ya ha aceptado respetar la letra y el espíritu de lo que establece el Estatuto en materia de lengua. Ahora el PSOE cede también en el blindaje de las competencias. Y todo indica que también está dispuesto a incluir el término «nación» al menos en el preámbulo del Estatuto.

A pesar de estas concesiones tan sustanciales, Artur Mas, líder de CiU, declara hoy a EL MUNDO que no está satisfecho y que quiere más. «Estamos más cerca del no que del sí», advierte. Mas exige más recursos para Cataluña, que el término «nación» figure en el articulado y una agencia tributaria propia.

La estrategia negociadora de los nacionalistas les está dando excelentes resultados, ya que las concesiones del PSOE han sido enormes hasta la fecha. Conforme a esa lógica, Artur Mas pretende seguir tirando de la cuerda. Está en su derecho, pero Zapatero será el responsable de todas estas claudicaciones y de las nefastas consecuencias que van a tener. Todavía hay tiempo de rectificar, aunque todo indica que los nacionalistas se van a salir con la suya.