GOBIERNO A LA DERIVA

Artículo de Alejandro Muñoz-Alonso en “El Imparcial” del 28 de abril de 2009

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

Ni siquiera la noticia de que en el primer trimestre de este año 2009 España ha batido -con esa pavorosa cifra de más de cuatro millones de desempleados- todos los registros históricos ha logrado despertar a Zapatero y sus ministros de su modorra balbuciente, chulesca, insultona e ineficaz. Desde hace cinco años están mintiendo y desorientando sin pausa y sin vergüenza a los españoles y la gravedad de la catastrófica situación no les afecta ni les desvía de su único objetivo: aferrarse al poder a toda costa y al precio que sea, incluida la ruina de España. Pero hace solo un año once millones de españoles volvieron a apostar por ellos. Se dice pronto. No hace tanto los ministros concernidos, haciendo reiterada exhibición de su condición de impenitentes bocazas, negaban campanudamente que se fueran a alcanzar los cuatro millones de parados (que ya eran una realidad más allá de las maquilladas cifras oficiales). Ahora la nueva responsable de Economía niega con contundencia que se vaya a llegar a los cinco millones. Y cuando un informador, deseando conocer el fundamento de esa afirmación, la pregunta por qué está tan segura, la ministra contesta sin inmutarse “Porque sí”. Un prodigio de razonamiento que confirma que ninguno de los miembros del Gobierno sabe bien por dónde se anda. El caso es salir del paso y jugar a corto plazo.

La absoluta incompetencia con que este Gobierno afronta la crisis económica que asola a España (como, por otra parte, ocurre con la inmensa mayoría de los problemas que se le van planteando) no tiene parangón, no ya en la todavía breve historia de nuestra democracia, sino en los anales políticos de ninguno de los países de nuestro entorno. Y lo cierto es que este desastre se veía venir. Ya en la legislatura pasada Zapatero demostró, desde el primer momento, que no estaba a la altura de la alta función que se había asignado. Pero, insisto, once millones le ratificaron. Sin el menor asomo de patriotismo auténtico, aunque ahora se le llena la boca con la palabra, su obsesión era y es segarle la hierba bajo los pies al PP y dejarle aislado con el famoso cordón sanitario. Tarea esta en la que le jaleaban sus amigos nacionalistas (preocupados sobre todo de debilitar a España y condenar al Estado a la consunción) y los del “clan de la ceja”, que ya han sido premiados con un puesto en el Consejo de Ministros. Pero esa estrategia se ha agotado y ahora le toca a Zapatero probar cada semana altas dosis de aislamiento parlamentario. El PP, con su actitud en el País Vasco, ha demostrado que sí antepone los principios y el interés general por encima de cualquier partidismo. Pero el PSOE está vacunado de cualquier atisbo de generosidad y ya está planteando la campaña de las elecciones europeas sobre la base de que de todos los males que afligen a los españoles tiene la culpa el PP. ¡Hay que oír las cosas que dice al respecto el propio Zapatero! Pero no se queda atrás la señora Pajín, que parece ser la número tres del partido, y que bate un meritorio record digno de ser registrado en el Guinness: Nadie dice mayor número de estupideces en menos tiempo. Y en el actual panorama político-gubernamental español eso es para premio.

Por cierto que en un video que, según parece, se va a utilizar por el PSOE en la campaña europea se les dice a sus presuntos votantes: “Ya que no pudiste votar a Obama, vótanos ahora a nosotros”. No sabíamos que Obama fuera en las listas del PSOE, pero cualquiera que conozca la vida política americana y lo que es el Partido Demócrata, seguro que concluirá que esa burda utilización ni les va a gustar un pelo allí ni va a producir efectos milagrosos aquí. Obama no tiene que ver nada con el socialismo europeo: Y menos aún con el descerebrado radicalismo de Zapatero. Pero a estos les da igual porque desprecian a los españoles y piensan que cualquier patraña será tragada sin rechistar por los más Y es que, como decía Gracián: “Las cosas comúnmente no pasan por lo que son sino por lo que parecen. Son muchos más los necios que los entendidos; páganse aquellos de la apariencia y. aunque atienden estos a la sustancia, prevalece el engaño y estímanse las cosas por de fuera”. Pasaba en el siglo XVII, pero también, ya se ve, en el XXI.

Este Gobierno va a la deriva, dando tumbos y ni sabe ni quiere rectificar el rumbo. El propio Zapatero dice que el rumbo es bueno y que solo hay que cambiar el ritmo. Y ya le ha dicho Rajoy que cuando las cosas van mal y se acelera el ritmo, lo único que sucede es que se llega mucho antes al abismo. No hay más que oír al Presidente, a Salgado, a de la Vega, a Chaves, a Corbacho, a todos, para comprender que este Gobierno está en su trece y como al baturro que a lomos de su burrito cabalgaba por la vía del ferrocarril, no se le ocurre otra que decirle al tren que va a atropellarle inminentemente: “Chufa, chufa, que como no te retires tú…” De nada valen las advertencias del gobernador del Banco de España, ni las del FMI, ni las de la UE. Son todos los demás los equivocados. Nadie puede negar que este Gobierno tiene la legitimidad de origen de las urnas (lo que merecería una reflexión sobre el acierto de los votantes), pero, después de tantos desastres en solo un año ¿dispone de lo que los clásicos llamaban la legitimidad de ejercicio? Yo tengo muy serias dudas.