UPYD ESTÁ MUERTO Y ROSA DÍEZ NO LO SABE
Artículo de Almudena Negro en “Siglo XXI” del 25 de enero de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web
Las encuestas publicadas últimamente por los medios de
comunicación, que dan la victoria en unas Elecciones Generales al Partido
Popular de Mariano Rajoy, arrojan, además, otro resultado: un notable ascenso
de la formación magenta que lidera Rosa Díez. Si es que UPyD
llega a las próximas Elecciones Generales, que la cosa no está nada clara. Y es
que UPyD podría ser un partido en proceso de
descomposición. Muerto a causa de las ambiciones desmedidas de unos pocos, el
afán de protagonismo de otros, la vacuidad intelectual de su programa y algunas
actuaciones demagógicas, véase el viaje de Rosa Díez a casa de Aminatu Haidar, que han alertado
a la ciudadanía que de tonta no tiene un pelo y se huele el populismo a
kilómetros.
Confían desde la dirección en poder embridar a la militancia
de aquí a 2012. Y en el apoyo de un periódico y un grupo de comunicación de
corte liberal. Dan por descontado que este año, pese a haber elecciones
catalanas, serán año en blanco magenta. El objetivo, parece, evitar que Ciudadanos
vuelva a tener presencia en el Parlamento catalán. Aunque eso suponga que dicho
parlamento pase a ser monocolor en cuanto a nacionalismo. Luego llegarán el
resto de autonómicas y algunos creen que UPyD podría
llegar a ser decisivo en comunidades gobernadas por el Partido Popular. Son
quienes sostienen que la formación magenta se nutre de votos del
centro-derecha. Craso error en mi opinión.
A la marcha meses atrás de Mikel Buesa, seguida por
cientos de militantes, se sumó un polémico Congreso Nacional con dos
candidaturas. La ganadora del mismo, Rosa Díez, ni un mínimo amago de
integración o consenso, acaba de abrir expediente informativo a su rival, Valia Merino. Todo ello con el congreso madrileño de la
formación política a las puertas. No sorprende que Valia
Merino califique en la prensa a UPyD de “chiringuito
en el que hemos caído como bobos”. En Cataluña la dirección de UPyD decidió fichar, sin consultárselo a la militancia, a
Antonio Robles, quien fuera diputado de Ciudadanos. Y con ello ha provocado una
verdadera estampida. Llegó Robles, se fue UPyD. Juan Perán, hasta hace nada responsable del UPyD
catalán, acusa en un comunicado a UPyD de ser una
“gran desilusión para cientos de militantes” y a la dirección de “no permitir
el ejercicio de democracia interna”.
En Galicia las cosas no pintan mucho mejor. Todo el comité de Lugo ha
abandonado el partido. En Fuengirola el comité ha desaparecido. En Murcia, uno
de los lugares en donde UPyD había sacada resultados
notables, los de Gorriarán los han echado a todos con
cajas destempladas en plenas Navidades. En Coín no
queda nadie. Andalucía, sencillamente, no es magenta. En Alhaurín
de la Torre andan a tortas. Al sindicalista-portavoz de UPyD
de Salamanca lo han expedientado. Por pasarse de listo, me cuentan. En Soria
sólo quedan Álvaro de Marichalar y algún despistado
más. En Asturias hay dos candidaturas al congreso regional.
Así está el panorama. Sí, UPyD está
muerto y Rosa Díez no lo sabe.