BATASUNA PREPARA UN ‘ANOETA BIS’ EL DÍA DE REYES PARA REACTIVAR EL PROCESO

 

 Informe de O.L.F. en “El Confidencial Com” del 02.01.07

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web. 

 

La izquierda abertzale ya ha asumido que el atentado del pasado sábado en la T-4 del Aeropuerto de Barajas paralizará durante meses sus negociaciones con los partidos políticos y, sobre todo, con los socialistas vascos, aquellos que, precisamente, habían desembocado en el “alto el fuego permanente” que ha saltado ahora hecho pedazos. Pero, ¿hasta cuándo? Dirigentes de la izquierda abertzale intentarán en las próximas horas minimizar a toda costa los efectos de un atentado que, como reconocen en privado, les ha cogido desprevenidos.

Para ello, intentarán que un acto del Movimiento Pro Amnistía previsto desde hace tiempo para el próximo Día de Reyes en el Velódromo de Anoeta, en San Sebastián -el mismo escenario que sirvió en noviembre de 2004 a Arnaldo Otegi para lanzar su propuesta-, sirva para hacer públicas las “iniciativas” que el propio líder de la ilegalizada formación anunció en su comparecencia ante los medios tras la explosión. Así lo han asegurado a El Confidencial fuentes políticas vascas, que aseguran que en las últimas horas diferentes dirigentes de la izquierda abertzale les han hecho llegar su convencimiento de que no habrá más asesinatos a corto plazo: “Nos insisten en que están seguros que ETA no pretendía causar víctimas, y que éstas han sido un accidente”.

Siempre según estas fuentes, Batasuna considera que la banda armada no ha roto el proceso, que por eso no hubo un comunicado previo de ruptura, y que el atentado pretendía ser un “un toque de atención” al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que se les ha ido de las manos. “Tal vez hayan querido imitar lo que el IRA hizo en 1994, cuando colocó una bomba en Londres para obligar al Ejecutivo británico a mover ficha en un momento en el que las negociaciones estaban paralizadas, como ocurría aquí”, añaden estas fuentes, que recuerdan que en aquel atentado también murieron dos personas pese al aviso previo de los terroristas irlandeses.

Discrepancias sin ruptura en ETA

Algunas fuentes apuntan, sin embargo, que el atentado no es sino el reflejo de las fuertes discrepancias existentes en el seno de la izquierda abertzale y, sobre todo, de la propia ETA. Algunos análisis apuntan a que el hasta ahora número uno de la organización terrorista, José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, ha perdido el control en el seno de la dirección y, con él, los partidarios de mantener el alto el fuego. “Todo parece indicar que ha habido un cambio en la correlación de fuerzas en el seno de la banda armada”, apuntan a este diario fuentes que descartan, sin embargo, una futura escisión: “También hubo discrepancias cuando se rompió la tregua de 1999 y no se tradujeron en una ruptura”.

El diario Gara dejó traslucir en su página de opinión las fuertes discrepancias que en el seno de la izquierda abertzale había provocado el atentado de Madrid. Así, en un editorial titulado Un proceso más necesario que nunca -en la misma línea que Arnaldo Otegi había marcado horas antes en su comparecencia ante los medios- hacía un sutil llamamiento a la propia ETA para intentar reconducir el proceso de paz al afirmar que “toca apelar responsabilidad a todos los agentes”.

De hecho, una parte importante de Batasuna ya ha asumido que el proceso, como estaba concebido hasta ahora, está muerto y es irrecuperable, y que de lo que se trata ahora es de abrir un nuevo. “Son conscientes de que el primer paso para ello lo debe dar ETA, de ahí esos sutiles llamamientos a que se muevan”, apunta un político vasco que reconoce que con la ahora casi segura ausencia de la izquierda abertzale en los comicios municipales y forales del próximo mes de mayo es “muy difícil, por no decir imposible” que pueda arrancar la célebre Mesa de Partidos. “Quizá ahora haya que esperar hasta después de las elecciones generales de 2008”, añade.

Dos ‘comandos’ operativos

Sin embargo, las Fuerzas de Seguridad del Estado no están tan convencidas de que el atentado de Madrid estuviera planificado como un golpe puntual, sino que formaba parte de una campaña más amplia. De hecho, fuentes de la lucha antiterrorista creen que ETA tiene en estos momentos al menos dos comandos operativos, ambos en el País Vasco. Uno es el que iba a recoger los cincuenta kilos de material para confeccionar explosivos que la Ertzaintza halló en un zulo oculto en un paraje boscoso del municipio vizcaíno de Amorebieta. La Policía está convencida de que el objetivo del mismo era iniciar una serie de sabotajes contra las obras del tren de alta velocidad (ver noticia del pasado 27 de diciembre), convertidas precisamente en el objeto de las críticas por la izquierda abertzale.

El segundo grupo operativo lo sitúan en Guipúzcoa y fue el encargado de dar cobertura al comando que colocó la furgoneta bomba en el aeropuerto de Barajas. Las tres llamadas de teléfono que alertaron sobre la existencia del artefacto se hicieron desde una cabina de San Sebastián y desde un móvil en esta misma ciudad. Sin embargo, la Policía está convencida que los autores materiales del atentado de Madrid forman parte de un grupo itinerante que se trasladó desde el sur de Francia -donde mantuvieron secuestrado al propietario de la furgoneta durante tres días- a la capital, para retornar tras aparcar el vehículo en el lugar donde finalmente hizo explosión.

Batasuna teme el ‘frente judicial’

Mientras tanto, en la izquierda abertzale aumenta el temor a que el frente judicial se endurezca en los próximos meses de la mano de una Fiscalía que empiece a aplicar criterios más severos a partir de ahora. Un detalle muy importante si tenemos en cuenta que más de 200 dirigentes batasunos tienen en estos momentos causas abiertas tanto en la Audiencia Nacional, como en el Tribunal Supremo y en el Constitucional. Dirigentes entre los que se encuentran el propio Arnaldo Otegi, Joseba Permach, Juan José Petrikorena y Joseba Álvarez. De ellos, el primero es el que tiene un panorama más sombrío, con dos condenas recurridas que pueden terminar devolviéndole a la cárcel -de la que salió gracias a una fianza- y cuatro sumarios más abiertos con él como imputado.

Sin embargo, el calendario judicial de Batasuna tiene antes una fecha marcada en rojo. Es el 18 de enero, fecha límite para que cinco magistrados del Supremo se pronuncien sobre si los 24 imputados en el llamado Caso Jarrai forman parte del entramado de ETA o, como dictó en su día la Audiencia Nacional, esta organización juvenil y sus continuadoras -Haika y Segi- son simplemente asociaciones ilícitas no terroristas.

De este fallo dependerá el rumbo que tomen otros sumarios abiertos contra la izquierda abertzale y, más concretamente, los referidos a Batasuna y Gestoras Pro Amnistía, cuyas vistas están previstas para los primeros meses del recién estrenado 2007. Sin olvidar que aún se está celebrando el juicio oral del llamado sumario 18/98 que sienta en el banquillo de los acusados a 56 personas desde noviembre de 2005 acusadas de formar parte de un supuesto frente político, social e internacional de ETA.