LAPORTA,
OLIVER, EL BARÇA Y LOS ESPAÑOLES CHORIZOS
Artículo de Javier Orrico en su blog del 16-9-09
Por su interés
y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio
web
Uno de los fenómenos que mejor revelan la inesperabilidad de la conducta humana reside, sin duda, en el hecho de que en España existan seguidores del F.C. Barcelona. En lo que el nacionalismo catalán llama España , una nación distinta a la suya, tal y como consagra el Estatut que Zapatero les regaló, y a la que pertenecemos todos los demás. Incluida Totana, capital del barcelonismo peñista, aunque esta localidad, todavía murciana, podría ser declarada protectorado catalán dadas las simpatías barcelonistas de muchos de sus ciudadanos, lo que resulta aún más sorprendente en una región sin veleidades antiespañolas. La pregunta, entonces, se nos impone: ¿Es catalanismo –por otro nombre, nacionalismo, o sea, rechazo de España- el barcelonismo?
Leo en
las crónicas de los actos del pasado domingo lo siguiente, puesto en boca de Joan
Laporta: “El Barça es
un club de España y del mundo”. Y me quedo perplejo. Dicen que es la respuesta
a unas palabras de Valdano: “El Real Madrid mira desde España hacia el mundo. Y el
Barcelona, desde Cataluña hacia adentro”.
Ningún
barçacatalanista debería sentirse molesto por las
manifestaciones de ‘Valdanágoras’, tan errado, por lo demás,
en otras ocasiones. Todo el mundo sabe que la sentencia “El Barça es mès que un club” nos ilustra sobre la condición
simbólico-política de un equipo que ha sido siempre aquello que Vázquez
Montalbán llamaba “el
ejército sin armas de Cataluña”, más o menos, y que la esencia del nacionalismo
es mirar hacia adentro hasta cavar el foso lingüístico y sentimental que ya
tienen casi listo.
Mi
perplejidad proviene de que sólo unos días antes había
podido escuchar, en catalán, la verdadera respuesta de Laporta a Valdano. La lógica: la de admitir
que, en efecto, lo normal era que el Madrid mirara desde España y luciera la
bandera española en su sede o cuando ganaba algo; y que el Barcelona
representaba a Cataluña y lucía sólo la bandera catalana. Lo que venía a
significar que son dos equipos de dos naciones distintas y por eso enarbolan
banderas distintas.
Un mes
atrás ya había aterrizado en California respondiendo a la inadvertida prensa
americana que el Barcelona “no venía de España, sino de Cataluña”. Sólo le
faltó bajarse del avión con una pancarta de “Freedom for Catalonia”, o “Catalonia is not
Spain”, pero todo se andará. Y si no había quedado
suficientemente claro, el pasado viernes presidió la manifestación
independentista (o sea, contra España) por las calles de Barcelona con motivo
de la Diada.
En
fin, nada distinto a lo que hemos visto y oído tantas veces. Lo natural en un
nacionalista que preside el club emblema del nacionalismo y que aspira a llevar
a Cataluña a la independencia. Entonces, ¿a cuento de qué las palabras de Totana? La bellaquería no consiste en defender lo que se
siente, sino en disimularlo a conveniencia, vieja hipocresía de un catalanismo
que sabe que viven de lo que nos venden y que termina, miserable, por poner
siempre la pela por encima del corazón. Por encima de ese resentimiento de
pueblo frustrado que sólo se atreve a expresarlo pidiendo más dineros o
ganándole al Madrid, a esa, para ellos, metáfora de España.
En Totana, y lo siento, en esa “Trobada
de penyes” barcelonistas –tot
en català, si us plau-, trató como a piara de cretinos a las masas sollozantes
y envueltas en los colores barcelonistas. Una auténtica burla la de usar el
catalán para los suyos y el español para engañar a estos indígenas atrasados
que nos compran tantas camisetas, a pesar de que hasta los hemos dejado sin
Trasvase del Ebro, que tanto necesitan, y no les ofrecemos más que desprecio.
Laporta los trata con esa superioridad del colonialista que va a llevar
banderitas al tercer mundo mientras les roba el petróleo. ¿Se lo merecen? ¿Qué
extraña mezcla de masoquismo e ignorancia se conjuga en ellos? ¿Son tritontos o quinticapullos los
‘españoles’ que reciben a Laporta, lo ensalzan, lo agasajan y declaran su amor eterno a ese
Barça que en la pasada final de Copa les enseñaba el culo?
Por si
a alguien le queda alguna duda –el fanatismo es, en cualquiera de sus
manifestaciones, muy difícil de combatir, y este del barcelonismo de los
esclavos aún más-, recordemos una elocuente joya sobre el sentimiento
barcelonista hacia España. El 15 de enero de 2008, en el programa de radio “El mòn a RAC 1”, un tipejo llamado Joan Oliver, ex-director de la TV3, la
TV catalana, y actual Director General del F.C. Barcelona, ¡su primer cargo
ejecutivo!, en medio de bochornosas descalificaciones contra Manuel Pizarro (el
ex-xpresidente de Endesa que les impidió quedarse con
la eléctrica a mitad de precio), declaraba lo siguiente: “…porque los españoles
son españoles y son chorizos, por el hecho de ser españoles, desde mi humilde
punto de vista.” Con humildad y recochineo.
Lo
tienen en ‘youtube’ y en multitud de citas en
internet. Escuchadlo, ‘barcelonistes d’Espanya’. Y luego salid a tirar cohetes para celebrar los
triunfos de quienes os humillan.
Con un comentario al final:
ESTUPIDOS Y ESTUPIDO-MASOQUISTAS
Luis Bouza-Brey (18-9-09, 12:00)