TODOS CONTRA EL PSOE

Artículo de Miquel Porta Perales en “ABC” del 01 de agosto de 2008

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

EL catalanismo de derecha e izquierda siempre ha tenido a mano la figura de algún adversario a quien cargar las culpas de lo que pasa en Cataluña. Tradicionalmente, el Otro por excelencia ha sido una España -suerte de cárcel de pueblos, aseguran- concebida como la madre y el padre de todos lo problemas que habría padecido esa nación sin Estado que es Cataluña. Desde hace unas décadas, la figura del Otro anticatalán se ha extendido a determinados medios de comunicación, a algún partido político, y a todos aquellos individuos -periodistas e intelectuales, principalmente- que impulsarían la llamada catalanofobia. ¿Qué tienen en común unos y otros para ser elevados a la categoría de chivo expiatorio del catalanismo? El Otro anticatalán es quien tiene una idea de Cataluña distinta a la canonizada por el oficialismo catalanista.

En los anales del catalanismo, el verano de 2008 aparecerá como el momento en que el PSOE fue incorporado a la lista de los adversarios -¿quizá enemigos?- del catalanismo. Por no olvidar la genealogía del caso, hay que recordar que el catalanismo nunca se ha fiado del PSOE. No se fió a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando la izquierda era internacionalista y pensaba que el nacionalismo era un invento de la burguesía a mayor gloria de sus particulares y prosaicos intereses. No se fió durante la II República y la Guerra Civil, cuando los dirigentes socialistas querían limitar el poder de la Generalitat. No se fió durante la Transición, cuando Felipe González fue considerado «un joven nacionalista español» que quería poner a España en el mapa. Y en eso que el candidato Zapatero promete que, si gana las elecciones, respetará lo que se apruebe en Cataluña.

Ahora, cuando Zapatero -el compañero José Luis, para los socialistas catalanes- ha ganado por segunda vez las elecciones, cuando el Estatuto ha sido aprobado en el Congreso gracias al PSOE liderado por Zapatero, cuando sucede eso, el catalanismo -el catalanismo socialista o el socialismo catalanista, incluido- exige que se cumpla lo prometido. Pero, ¿cómo cumplir al pie de la letra un Estatuto que impone una relación bilateral con el Estado? ¿Cómo cumplir lo que el Estatuto establece en materia de financiación al margen de las demás Autonomías y del Consejo de Política Fiscal y Financiera? Zapatero prometió lo que prometió por puro electoralismo. Y ahora que ocupa el poder -el cazador cazado, se podría decir-, los números no cuadran. ¿Qué hace el catalanismo? ¿Qué hace el catalanismo socialista o el socialismo catalanista? Exigen el cumplimiento del Estatuto olvidando que hay algunas leyes, también orgánicas, que colisionan con el texto catalán. Y empieza a calar la idea -el catalanismo la difunde- de un PSOE anticatalán. Incluso el PSC amenaza con la rebelión. ¡Cuánta razón tenía Alfonso Guerra cuando, en el primer volumen de sus memorias, habló del rapto de la Federación Catalana del PSOE por el PSC! Cría cuervos y te sacarán los ojos.