NOS QUERÍAN ESCLAVOS Y ESTAFADOS

 Informe de Proyecto Cívico  en “El Confidencial.com” del 19 de abril de 2009

 

Proyecto Cívico

Proyecto Cívico es una iniciativa liderada por un grupo de lectores de El Confidencial que pretende ser una invitación optimista al debate ciudadano lúcido e independiente, acerca de la necesaria reformulación de nuestro actual modelo político, electoral, social y económico. Un movimiento civil destinado a identificar y priorizar los cambios precisos que nos acerquen a una sociedad en verdadero progreso y libertad. Puedes adherirte a Proyecto Cívico en www.proyectocivico.org.

 

La maniobra al final resultó un desastre. El mundo financiero tenía una expectativa inmejorable. Acababan de encontrar un subayacente que con un único esfuerzo comercial, les daría para vivir 40 años y otros 20 adicionales con hipotecas inversas. Un solo activo, vendido una sola vez, del que vivir en cómodas mensualidades.

 

El truco consistía en acelerar la propia creación de dinero tomando préstamos internacionales, para conseguir millones de obligados de por vida, hasta en un 50% de su nómina. El negocio estaba asegurado por contratos en los que el margen variable sobre el precio del dinero quedaba garantizado y la cobertura de los posibles fallidos, por el mayor valor futuro del activo ('Nunca baja').

 

Para devolver ese préstamo a corto, bastaba con titulizar y empaquetar esas operaciones para colocarlas de nuevo en el mercado de los particulares, deducida la comisión por venta. Un infernal circuito de riesgo por el que el dinero habría de circular como por un sinfín fiduciario. Nadie pensó que retornaría menos dinero que el tomado en préstamos y los recursos propios empezaron a hacerse escasos.

 

Tan escasos, que hubo de tirar de la chaqueta de los diferentes gobiernos, exigiendo la ayuda que tan alegre e indisciplinadamente fueron concediendo. Era la época de hablar de activos tóxicos. Poco a poco, la ciudadanía consciente fue descubriendo que los deteriorados activos eran fruto de la ambición, fantasía contable e irresponsabilidad de los gestores. Hablábamos ya de limpiar, pero sin exigir  responsabilidades a los culpables de la contaminación.

 

Pero la liquidez no resultó infinita. Los mercados empezaron a rechazar esos paquetes hipotecarios y los bancos carecían del efectivo a corto para hacer frente a sus préstamos. La solución no era otra que suspender la actividad crediticia hasta repagar esa deudas. El mercado para familias y empresas quedó repentinamente seco, pero no era más que una insolvencia temporal.

 

El valor de los activos en su conjunto, respaldaba el importe de los créditos concedidos. Todo era esperar que la morosidad no rebasase las tasas previstas. Pero no fue así, con lo que comenzó el drenaje de sus recursos propios. Mientras no se revisase el valor de los activos no sería quiebra. Y pusimos la economía a depender de un artificio: las tasaciones.

 

Mientras tanto, los nuevos esclavos, los estafados por ese sistema que les quería convertir en tributarios perpetuos de la actividad financiera, descubren que el valor intrínseco de lo que pagaron por su vivienda es solo el 25% de lo que habían desembolsado y comprometido de por vida. El resto: pura especulación, impuestos y costes parásitos. Y que con una renta muy inferior, se había pagado por m2 equivalente más que un alemán en su pais.

 

Con ese drenaje del 50% de sus recursos, el estafado apenas conseguía pagar sus impuetsos, los recibos domiciliados y alimentarse. En consecuencia la economía se concentraba en un sota, caballo, rey, perdiendo cualquier valor la idea de diversifición. El vigoroso capitalismo del Ibex, se concentraba en la acaparación de servicios con tarifas concertadas con el Estado y que pudieran cobrarse casi por anticipado en recibos. Se acabaron, pues, coches, viajes, estudios, tecnologías domésticas e inversiones en i+d.

 

Esa concentración de gasto en una vivienda que no lo valía, no dejaba respirar a otros sectores, abocados al cierre. El desempleo fulgurante y el parón en el consumo sólo aumento el gasto con unas recaudaciones fiscales muy por debajo de lo previsto. La solución aportada: endeudarnos colectivamente para reponer los recursos propios perdidos de los bancos, en la ingenua aventura compartida con sucesivos gobiernos, de esclavizar a la población por su obsesión con la propiedad de la vivienda.

 

Llegarían mayores márgenes de intermediación y mayor carga fiscal. Y grandes ejercicios propagandísticos de que están ahí no para derrochar vilmente y tolerar la corrupción y los vergonzosos ventajismos de sus allegados, sino para vigilar que no nos pase nada..

 

Hoy somos bien conscientes de que hemos sido estafados por el mismo sistema que tan torpemente ideó ese expolio y por los mismos personajes que lo promovieron. Las mismas entidades, los mismos servicios de estudios, las mismas tasadoras: todo igual.

 

Proyecto Cívico tiene suficientes testimonios contables, de que un m2 de vivienda social (que con el CTE, es de perfecta calidad habitable) cuesta fabricarlo menos de 600 € /m2. Así que con suelo libre, en cooperativas y sin costes parásitos, un m2 de vivienda no debería exceder de 1.000€. Así una vivienda bien construida y en zona urbanizada, no debería costar más de 100.000 €, precio que financiado a 20 años, sería perfectamente soportable con el 20-25% del salario promedio, haciendo más competitiva nuestra economía, con más opciones de diversificación y con una población no esclavizada financiera y fiscalmente por el poder y sus allegados.

 

¿Seguiremos con el mismo proyecto de país que diseñaron en su propio y exclusivo beneficio nuestros poderes públicos y satélites? ¿Permitiremos que sigan los mismos personajes al frente de las instituciones que lo permitieron? ¿Valdrá ese modelo para los próximos 20 años?

 

Con sus aportaciones, confeccionaremos como siempre nuestro Manifiesto sobre este controvertido tema de la Vivienda.