SIN NOVEDAD EN EL PSOE 

 

 Artículo de Pablo Sebastián en “La Estrella Digital” del 27.06.07

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Rajoy no quiere que nadie se le mueva en el PP, porque vienen curvas electorales y no quiere líos internos ni de cualquier índole. Y algo parecido ocurre en el PSOE donde todos sus dirigentes, periodistas y editores de la corte socialista se han quedado convertidos en estatuas de sal de tanto mirar las revelaciones que el diario Gara ha hecho sobre el desastroso proceso de negociación con ETA, sobre lo que Pepiño Blanco —el único dirigente que queda en el PSOE, además de Zapatero— dijo, en primer lugar, que no había que darle credibilidad y después, ante la flagrante y detallada evidencia de sus contenidos, que Gara demostraba que Zapatero no hizo concesiones a ETA y que por eso se rompió la tregua.

Y en el club de fanáticos del PSOE que pasean por las tertulias de radio y televisión, y en el santa santorum del Partido Socialista, el Grupo Prisa y el diario El País se escucha un estruendoso silencio, sin que nadie se atreva a valorar y reconocer el alcance de lo publicado por Gara que no es otra cosa que lo ocultado por Zapatero quien aún está por explicar a los españoles el por qué se lanzó a esa negociación sin garantías, qué prometió para lograr el alto el fuego, por qué no comprobó el cumplimiento de la tregua, que pasó para que ETA pusiera una bomba en Barajas y por qué, finalmente, ETA ha roto la tregua. Nada el presidente no solo no ha dado a nadie, y menos aún al parlamento, la opinión pública o a su partido, explicación alguna sobre semejante desastre, y sigue sin decir si es verdad, o no, que las negociaciones continúan porque Zapatero busca una prórroga de la tregua de aquí a las elecciones, y esta vez ofrece el ingreso de Nafarroa Bai en el gobierno de Navarra, como para las elecciones municipales le ofreció a ETA la excarcelación de De Juana y la legalización de ANV.

Nadie dice nada sobre estos infames cambalaches, ni sobre lo que se ha publicado en Gara que es de la mayor gravedad porque allí se explica que el inicio de la negociación y el bloqueo de la misma se debe al gran error del presidente de aceptar negociar con ETA el futuro de Navarra para su posible unión a Euskadi y el derecho de autodeterminación del País Vasco, lo que suponía incluir en la negociación con ETA su planificada reforma con la que podrían lavar sus ochocientos asesinatos de inocentes y entrar en la política del País Vasco como los autores de la captura de Navarra y de la llave que conduce a la independencia por la vía de la autodeterminación.

Y todo esto puesto en marcha por el presidente del Gobierno de España, de espaldas a su partido, a los españoles y a la legalidad vigente. ¿Queda clara de una vez por toda la diferencia entre las otras negociaciones de Suárez, González y Aznar con ETA —donde solo se hablaba de paz por presos— y estas demenciales de Zapatero, a las que además le faltaba el apoyo del primer partido de la oposición y de las víctimas del terrorismo?

No se oye nada. Estamos en tiempo electoral y la obligación es callar, en el PSOE, en sus medios audiovisuales, en el Grupo Prisa, ni siquiera en las columnas habituales del diario El País se puede leer la menor crítica. En realidad como durante toda la legislatura hubo elecciones —las europeas, catalanas, andaluzas, vascas, municipales y ahora generales— nunca se ha podido oír la menor crítica interna en el PSOE o en el gobierno, salvo algún comentario patriota de Bono y unas insinuaciones de Guerra o González, pero sin señalar.

Y resulta penoso que haya que leer el periódico de ETA para saber lo que ha pasado en la negociación y comprender el gran disparate de Zapatero de ofrecer a ETA territorios y soberanía nacional por paz, algo que él debería saber que no podría cumplir y que cuando pretendió cambiar las promesas iniciales del alto el fuego por baratijas, como si negociara con una tribu no civilizada y tonta, primero se encontró con el bomba de Barajas y ahora con la ruptura de la tregua y ya veremos si con algo más. Y naturalmente el presidente no explicará ni dirá nada de esto en el debate de la nación que se aproxima porque, acto seguido, tendría que presentar su dimisión. Cosa que debieron exigirle, hace tiempo, o imponerle, su partido y sus medios de comunicación y que no han hecho solo para preservar, a cualquier precio, el poder. Y en estas estamos sin que en el PSOE y en su entorno mediático se registre la menor novedad. Sin novedad en el frente electoral, en el del Líbano no se puede decir algo similar, allí hay muchas y malas novedades y pocos inhibidores para garantizar la seguridad.