ESPAÑA, A LA DERIVA

Artículo de Pablo Sebastián en “La Estrella Digital” del 21 de mayo de 2009

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web

 

El reciente debate sobre el estado de la nación ha resultado un gigantesco fiasco y una oportunidad perdida para que los dirigentes políticos de este país articularan importantes acuerdos para hacer frente a la grave crisis de la economía, las finanzas y el paro, así como a cuestiones institucionales de la mayor relevancia -como la financiación autonómica- que envenenan el marco político y su estabilidad. Ni el Gobierno ni la oposición hicieron en el citado debate parlamentario el diagnóstico real y completo del momento español, sino que lo convirtieron en simple trampolín electoral con vistas a los comicios europeos del 7 de junio, siendo mayor la responsabilidad del Ejecutivo, que propuso unas pintorescas medidas anticrisis basades en subvenciones a la compra de coches, regalo de ordenadores y rebajas de fiscalidad que, conocidas las mociones luego aprobadas por el Congreso, quedaron en nada. Y todo ello adornado de un fantasmal discurso sobre el cambio del modelo de crecimiento económico para los próximos decenios, un brindis al sol presentado en sociedad por el presidente Zapatero como si se tratara de un mágico crecepelo, a ensayar sobre las orondas cabezas de empresarios y sindicatos, a ver qué tal les va.

No hay liderazgo en el Gobierno porque al presidente hace tiempo que se le cayó las máscara del talante y de los discursos bonitos y sociales, por más que aún insista en ellos para ocultar sus mentiras sobre la crisis y evitar una huelga general que desmonte su pretendido izquierdismo. No hay gestores al frente de los primeros ministerios de la nación, porque la vicepresidenta Salgado carece de la experiencia necesaria, y otros de sus compañeros de Gabinete, como las ministras Chacón y Aído, están dando espectáculos tan lamentables como los de la titular de Defensa, que no conoce nada de lo que afecta a ese departamento ni el rango de Estado que tiene su misión, o los de la ministra de Igualdad con sus lamentables comentarios sobre el aborto, ofreciendo en tan serio debate una exhibición de plena incompetencia y un desconocimiento jurídico y científico que espanta incluso a quienes están a favor de la interrupción del embarazo en especiales circunstancias. Lo que, sumado a las declaraciones de Zapatero contrarias a que las chicas menores de edad cuenten con la opinión de sus padres a la hora de decidir abortar, ha llevado este debate a insoportables cotas de irresponsabilidad.

Por si algo faltara en medio de este gigantesco despropósito que crece no como brotes verdes de esperanza sino como una apisonadora bola de nieve, el primer partido de la oposición vive momentos de zozobra interna, sin que se hayan desactivado los intentos de desestabilización del liderazgo de Rajoy por parte de familias y dirigentes del PP que están a la espera de ver si se da un batacazo en las elecciones europeas, mientras que los partidos nacionalistas con mayor representación, CiU y PNV, sólo actúan al ritmo de sus propios problemas internos y de sus ambiciones nacionalistas, ajenos a los graves problemas de la nación española.

En suma, un lamentable espectáculo político que se suma a los destrozos de la crisis económica y social, y que presagia el peor de los escenarios en los próximos meses sin que los ciudadanos puedan vislumbrar el liderazgo que necesitamos, y una estabilidad política imprescindible para la recuperación de la confianza.