EL DESGOBIERNO ACERCA EL RESCATE DE ESPAÑA

Artículo de Pablo Sebastián  en “Republica.com” del 19 de abril de 2011

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Vuelven los nubarrones financieros sobre el cielo de este país, y aunque los políticos disimulan lo cierto es que la caída de Portugal nos ha puesto en primera línea de tiro de los especuladores financieros, mientras que otras noticias internacionales y nacionales hurgan en la herida española que no deja de sangrar, especialmente por la brecha que propicia el desgobierno que impera en este país.

Los problemas de la solvencia de los Estados Unidos –a los que S&P amenaza con rebajar su calificación- sumados a la posibilidad de que Finlandia pretenda bloquear el plan de rescate de Portugal por parte de la Unión Europea y el FMI, han influido en la subida del interés de las nuevas emisiones de deuda de España así como de la prima de riesgo que superó los 230 puntos básicos. Pero siendo esto así lo que constituye el elemento crucial que pesa sobre la credibilidad de la economía española es el desgobierno de la nación, la crisis de un presidente en despedida y sin una clara sucesión y la ausencia de una estabilidad política por ausencia de un gran pacto nacional entre el Ejecutivo y los primeros partidos de la oposición. Amén de las andanzas pintorescas de gobernantes autonómicos como Artur Mas en Cataluña, con sus anuncio y rectificaciones sobre unas bajadas de impuestos.

Si a ello añadimos espectáculos como el de Zapatero en China, o las discrepancias entre los ministros de Economía y Trabajo, o los mensajes agoreros de Aznar desde USA que un día después son desmentidos por Rajoy, veremos que el espectáculo político nacional se ha convertido en una causa fundamental de la pérdida de confianza en este país, que está en primera línea de riesgo desde que nuestro vecino Portugal aceptó solicitar el rescate a la UE.

Naturalmente a las nuevas causas externas -Finlandia, USA, Portugal- y a los problemas políticos nacionales hay que añadir el fracaso del proceso de fusiones de las Cajas de Ahorro y los trucos contables de estas entidades como los de las Comunidades Autónomas, y los indicadores de la economía de España que no acaban de romper por el buen camino mientras suben el IPC y los tipos de interés.

El principal problema de España reside en la incapacidad manifiesta de Zapatero a la hora de reconocer y gestionar la crisis económica, financiera y social que vivimos. Y da igual lo que digan Aznar o Rajoy al respecto, porque los mercados no se fían de los políticos que o están inmersos en la campaña electoral o mienten por obligación para ver si con ello engañan a los analistas y los inversores lo que es mucho imaginar.

Este país perderá un año entero en campañas electorales, mientras en el partido gobernante se instala una bicefalia a construir a partir del mes de julio, y en la oposición están a verlas venir. Y el mas ciego de todos parece ser el famoso Gobernador del Banco de España, que aún no se ha dado cuenta de lo que ocurre en las Cajas de Ahorro, ni de los ajustes laborales que empiezan en las grandes empresas. En las actuales circunstancias políticas, económicas (internas y externas) y laborales, el riesgo de rescate de la deuda española lejos de alejarse se acercará, a sabiendas todos los actores del drama de que Zapatero, el director de la escena, es incapaz de reaccionar.