PROBLEMAS EN EL INTERIOR DEL PSOE

Artículo de Pablo Sebastián  en “Republica.com” del 03 de mayo de 2011

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

El posicionamiento favorable a la legalización de Bildu de cara a las elecciones municipales del País Vasco de socialistas vascos y catalanes, unido a la petición del PSC de que Zapatero no pise la campaña electoral de sus compañeros en Cataluña y a la guerra de guerrillas entre Chacón y Rubalcaba para preparar las “primarias” de la sucesión del presidente ofrece un tenso panorama dentro del Partido Socialista de consecuencias imprevisibles. Que todavía se pueden empeorar si las elecciones del 22 de mayo confirman la gran derrota del PSOE a favor del PP que anuncian las encuestas.

Del deterioro de los socialistas y de su falta de liderazgo dio ayer prueba el propio presidente Zapatero acusando a Aznar, después de siete años de gobierno socialista, de la pérdida del 70 por 100 de los puestos de trabajo en España. Una penosa intervención que se añade al fracaso de su último mitin en Tenerife y a los daños colaterales en la izquierda que el gobierno de Zapatero ha causado en los sindicatos que han perdido prestigio e influencia y que, al igual que IU, carecen de una propuesta creíble de alternativa a la crisis que se resume en el discurso de una “respuesta social” a los problemas planteados. Algo que ya decía Zapatero anteriormente y hasta que en mayo de 2010 empezó a darse cuenta del desastre que se venía encima y de la gravedad de la situación.

Sin embargo, siendo esto así en el seno del PSOE preocupa la deriva de sus federaciones vasca y catalana en apoyo y a favor del entorno de Batasuna, como lo han explicitado los dirigentes del PSE-PSOE, encabezados por Eguiguren y Patxi López, y los catalanes del PSC. Los que no solo no quieren ver a Zapatero en su campaña electoral sino tampoco a su compañera Chacón que tendrá una reducida presencia en los comicios catalanes. ¿Quiere decir eso que el PSE y el PSC van por la vía de una escisión o ruptura con el PSOE y abandonan no solo el llamado “espíritu de Santillana” en materia de cohesión nacional y autonómica, sino que se aproximan al nacionalismo vasco y catalán e incluso a los sectores más radicales e independentistas próximos a Batasuna?

La cuestión no es menor y la clarificación de las posiciones de los socialistas vascos y catalanes con respecto a España es sin duda un debate fundamental, que no se arreglará en unas “primarias” sino en un Congreso del PSOE que, a la vista del derrumbamiento paulatino de Zapatero, cada vez se presenta como mas obligado e imprescindible si es que los socialistas quieren llegar en mejores condiciones a las elecciones generales. Lo que puede que ya sea demasiado tarde por los errores cometidos y la complicidad o la complacencia del propio partido socialista que no supo embridar a Zapatero en sus grandes disparates –negociación con ETA, crisis económica y estatuto catalán- y que ahora se ven desbordados por los problemas internos y externos o electorales de este partido.

Fuera del País Vasco y Cataluña los socialistas tienen un tercer problema en Andalucía de grandes dimensiones por cuanto esta autonomía ha sido siempre el cuartel electoral de invierno del PSOE y un importante centro de poder y de aportación de alto número de diputados en el Parlamento nacional. Andalucía no tiene ahora elecciones autonómicas –previstas para 2012- pero sí municipales que serán un test esencial para su próxima cita de los comicios regionales y generales del próximo año. Si el próximo 22 de mayo se confirma el avance del PP en territorio andaluz y la crisis de liderazgo y expectativas de Griñán el PSA-PSOE tendrá abierta otra crisis interna que poco tendrá que envidiar a vascos y catalanes de su mismo partido.

Y a no perder de vista el riesgo de pérdida del poder regional que los socialistas tienen a la vista en Cantabria, Asturias, Baleares, la Mancha, Aragón y Extremadura, donde se anuncian resultados muy ajustados con muchas dificultades para el PSOE. Y todo ello y al final de este imprevisible túnel, en el que Zapatero ha metido a su partido, está el gran debate ideológico sobre dos cuestiones que son fundamentales: la cohesión nacional y la reconversión del modelo autonómico; y la política económica, financiera y social.

Y, por supuesto, la sustitución de Zapatero y no solo al frente del cartel electoral del PSOE en 2012 sino también en la secretaría general del partido. En la presidencia del gobierno ese vuelco está ya anunciado a favor del PP cuando se celebren las elecciones de 2012, o antes si hay adelanto electoral tras el anuncio del PNV de retirada de su apoyo a Zapatero.

De manera que menudo panorama tiene el PSOE ante sus narices por obra y gracia de Zapatero y por habérselo consentido desde la dirección de este partido. Lo malo de todo ello es que el PSOE es además un importante partido nacional cuya crisis también va a afectar al conjunto de España. Máxime cuando hace falta más que nunca un gran acuerdo o gobierno nacional.