De la firmeza a las pompas de jabón

 

 Artículo de Pablo Sebastián en “La Estrella Digital” del 01.12.05

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo siguiente para incluirlo en este sitio web (L. B.-B.)

 

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha mantenido ayer inalterables, aunque con algunos matices, las posiciones del Gobierno que él lidera en los debates políticos y constitucionales que están crispando la vida española. Y lo ha hecho con un tono decidido y de firmeza que no habíamos visto en el presidente hace mucho tiempo y que parece transmitir una clara convicción en lo que hace y en lo que dice, a la vez que descalifica las críticas que llegan a su Gobierno y a su persona por parte de la oposición afirmando que la labor opositora y de denuncia acabarán desinflándose como pompas de jabón.

En el curso de una buena y rítmica entrevista realizada por Gloria Lomana en Antena 3 televisión el presidente Zapatero fue repasando, uno a uno, todos los temas que están en el debate nacional español y sorprendió, a estas alturas, su empeño en mantener la reforma del Estatuto partiendo de su inicial definición, a sabiendas de los rechazos que provoca en un alto porcentaje de la ciudadanía española y de su propio partido, el PSOE. Empeñado en el Estatuto, Zapatero sólo apuntó un matiz o rectificación al indicar que no habría más alusión a la Nación que la que el artículo 2 de la Constitución reserva a España, lo que veremos cómo cae y encaja en el seno del nacionalismo catalán. Y animó a los nacionalistas vascos a buscar un mayor consenso en Euskadi —suponemos que con el apoyo del PSE— antes de traer a Madrid un nuevo proyecto de Estatuto vasco en términos similares al catalán, que según Zapatero se podrá negociar y se convertirá en una realidad.

El optimismo del presidente en este capítulo es asombroso y parece muy superior al que se le oye en privado a muchos de sus ministros y dirigentes del PSOE. Y es similar en el otro gran tema del debate nacional, la negociación con ETA, de la que no quiso decir nada especial porque asegura que hay que ser prudente en ello, insinuando que sabe mucho más de lo que conocemos los españoles, y advirtiendo que si existe una oportunidad de negociar el final de la violencia no dudará. Otra vez el optimismo y la firmeza en su declaración.

Frente a todo esto y las críticas de la oposición, de ciertos compañeros de su partido y de numerosos medios de comunicación, el presidente declara que todo esto son pompas de jabón que se desinflarán o se pincharán como se pinchó el debate surgido en torno al 11M, que él calificó como infundios y exageraciones citando indirectamente a Aznar, a dirigentes del PP y a ciertos medios de comunicación, para concluir que de eso ya no queda nada, como en su opinión no quedará nada del actual debate político constitucional cuando se apruebe el Estatuto de Cataluña.

El presidente tiene bien articulado y concatenado su discurso, su particular cuento ilusorio de la lechera de que todo le va a salir bien y que todo es posible, y no parece arredrarse ante las dificultades internas y externas que recibe, ni siquiera ante las encuestas sobre su pérdida de apoyo social y la de su Gobierno. Un Gobierno que dice que no va a cambiar y en el que defiende al ministro Montilla a capa y espada diciendo que no tiene ninguna responsabilidad en la financiación ilegal de La Caixa, a la vez que advierte y amenaza al PP con la reforma de la Ley de Financiación de Partidos Políticos, en la que piensa eliminar las donaciones opacas, que según el PSOE benefician a la derecha.

Ni hay crisis de Gobierno, ni Montilla está en cuestión, ni el Gobierno se va a arredrar en su apoyo a la OPA de Gas Natural sobre Endesa, ni hay problemas con el Estatuto catalán ni obstáculos mayores para proseguir en la exploración de una negociación con ETA, no hay problemas de identidad nacional ni de inseguridad inconstitucional. Como diría Aznar, España va bien y el presidente y su Gobierno mucho mejor, mientras que la oposición se dedica a inflar globos o pompas de jabón.

Aquí incluidas las críticas a su política exterior, donde dice que defiende la soberanía nacional en las ventas de barcos y aviones a Venezuela y que se siente muy orgulloso de haber retirado las tropas españolas de Iraq y de haberle dicho no al presidente Bush, para que quede claro que también sabe decir que no. En relación con los medios de comunicación y el reciente debate en torno a la COPE, Zapatero dice que no es partidario de manifestaciones frente a los medios de comunicación, ni frente a la COPE ni frente a la SER (recordando las criticas del PP a esta última cadena en el 11M), pero también le lanza un dardo a la COPE diciendo que tampoco es partidario de los insultos entre los políticos ni en los medios de comunicación.

El presidente, por lo que vemos y sabemos de cómo va el debate político nacional y lo que dicen las encuestas, no está en su mejor momento, pero ha llegado a la conclusión de que su mejor defensa es un ataque, y de eso hizo ayer en Antena 3 TV una exhibición. Veremos si aguanta el tipo y si los acontecimientos le dan la razón. Él está convencido de que terminará sin problemas la legislatura. Veremos si su optimismo y su ilusión se convierten en una realidad o si por el contrario, como dicen sus adversarios, el propio presidente Zapatero acaba convertido en una pompa de jabón que también, si llega el caso, se podría desinflar. Aunque ayer no dio esa impresión.