LA PESADILLA DE ZAPATERO



 Artículo de Pablo Sebastián en “El Mundo” del 07.12.05

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, vive en el mayor de los desconciertos. Se acaba de inventar que en España existe una demanda social para reformar la Constitución, lo que es falso. Declara que vamos a ver cosas asombrosas en la negociación con ETA que él propugna y defiende, y la banda terrorista siembra de bombas las autovías de Madrid. Asegura que habrá un nuevo Estatuto y sus socios de la Esquerra festejan la Constitución con una manifestación contra la Carta Magna y destruyendo sus páginas. Desde el inicio de la Transición nunca hemos visto en la Jefatura del Gobierno español semejante nivel de incompetencia política y de caos constitucional.

No hace muchos días, el sociólogo próximo al partido socialista Víctor Pérez Díaz lanzaba en el diario El País una voz de alarma contra la incompetencia de Zapatero y los riesgos que corren España y el PSOE por causas de su desvarío político y escasa capacidad para gobernar. Y sobre todo por su inagotable actividad para crear conflictos de convivencia política, territorial e insolidaridad. Y recordaba que la solidaridad y la unidad de España son los dos pilares en los que se ha levantado la historia pasada y reciente del PSOE.

Pérez Díaz escribía en su artículo: “Los socialistas no se han dado cuenta todavía de que el caudal de confianza del público, incluso de su público, es limitado. Y lo que es peor, no se dan cuenta de que no sólo agotan la confianza del país en ellos, sino que están en riesgo de perder su propia confianza en sí mismos. Su identidad está ligada a las ideas fundamentales de crear solidaridad y hacer España, y si pierden su vinculación con estas dos ideas se pierden a sí mismos”.

El diagnóstico de Pérez Díaz es correcto y coincide con lo que muchos observadores llevamos advirtiendo hace tiempo sobre los graves riesgos a los que está llevando a España Zapatero. Pero lo que no dice el sociólogo es cómo se sale de este laberinto tan peligroso. Y no lo dice por dos razones: o porque no sabe, o porque sabe que la única respuesta a esa interrogante es la salida de Zapatero del Palacio de la Moncloa y de la dirección del PSOE.

En el Día de la Constitución las declaraciones de Zapatero eran patéticas, guiños a ETA, minutos antes del anuncio de los atentados, y guiños al Estatuto catalán mientras sus socios de la Esquerra insultaban a España en Cataluña. En el PSOE están consternados, en el PP están preocupados y encantados, y la gran mayoría de los españoles están asombrados ante la levedad e inconsistencia política y personal de un presidente del Gobierno que critica a quienes festejan la Constitución y apoya o dialoga con quienes insultan a España y nos amenazan con sus bombas. En un día tan sonado no se puede pedir menos, ni pedir más. Esta pesadilla que se llama Zapatero debería tener un pronto final.