ZAPATERO DEBE DIMITIR SI FRACASA EL ESTATUTO



 Artículo de Pablo Sebastián en “La Estrella Digital” del 20.01.06 

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. 

A la vista de las últimas y provocadoras declaraciones de José Bono y de Juan Carlos Rodríguez Ibarra sobre el Estatuto catalán, que abren una crisis en el Gobierno, por una parte, y en el PSOE, por otra, empieza a crecer la impresión de que quienes ahora manejan los hilos de la situación desde posiciones cercanas a la Moncloa, pero ajenas a Zapatero —González, Guerra, Prisa, etc.—, están explicando y obligando al presidente a provocar la ruptura del Estatuto una vez que estaban convecidos de que un acuerdo en las actuales condiciones políticas sería mucho peor para España, el PSOE y su Gobierno que el tener que soportar —sobre todo en Cataluña— las consecuencias del fracaso del Estatuto catalán.

Por todo ello, en el palacio de la Moncloa parece haberse creado un equipo de crisis, con el llamado núcleo duro de Zapatero, para ver cómo se presenta entre los españoles esta posibilidad de fracaso del Estatuto después del largo viaje y del alto coste que ha tenido para el conjunto de la ciudadanía, la convivencia nacional, el Gobierno y el PSOE. Tan es así, que ya son muchos los que piensan que la actuación de Bono e Ibarra ha sido muy calculada y premeditada y forma parte de un orquestado guión para convencer ahora al presidente de la bondad y necesidad de fracaso del Estatuto catalán si no quiere que las cosas vayan a peor.

En este contexto, el equipo de crisis monclovita estaría preparando una declaración para culpar del fracaso del Estatuto a CiU, mientras que desde el interior del PSOE se señala a Maragall como el autor del desastre por haber traído a Madrid un texto inaceptable e inconstitucional. Todo esto dicen unos y otros en medio de un gran revuelo y desconcierto para no decir, si llega el fracaso, lo único que hay que decir, que es pedirle a Zapatero que dimita ante el Comité Federal del PSOE, para permitir que un nuevo presidente del Gobierno o unas elecciones anticipadas abran una nueva etapa en el partido y en el Gobierno, donde ya suenan los nombres de Felipe González y Solana, entre otros.

No hay más responsable de esta crisis que el presidente Zapatero, que ha metido a toda España en un tobogán infernal, y especialmente a su partido y a su Gobierno. Y que además, si fracasa el Estatuto, permitirá que los nacionalistas más radicales le acusen de haber cedido ante las presiones del poder y el Ejército, lo que dañará más si cabe su ya difícil situación.

Pruebas de las dificultades en curso están en las últimas propuestas de pacto para cerrar la negociación del Estatuto —que ya es inconstitucional en lo que está pactado— en lo que al término “nación” se refiere. La última fórmula para el preámbulo dice así: “de modo natural muchos ciudadanos y ciudadanas catalanes sienten a Cataluña como una nación”. Un escrito grotesco y vergonzante para los nacionalistas, donde se reconoce que no todos los catalanes creen en la nación, y a la vez un escrito inaceptable para los constitucionalistas, porque incluye la palabra nación, en contra de lo que se dice en el artículo segundo de la Constitución.

Veremos qué pasa en las próximas horas, pero todo apunta a que el acuerdo del Estatuto no será fácil, puede fracasar y difícilmente podría llegar antes de la celebración del Comité Federal del PSOE de este sábado. Estamos en momentos cruciales en los que, vista la gravedad de los acontecimientos, nadie puede anunciar lo que va a pasar, pero si hay fracaso del Estatuto, una cosa ha de quedar muy clara: la dimisión de Zapatero ante el PSOE y el conjunto de la sociedad.