TENSIONES EN EL SENO DEL PP



 Artículo de Pablo Sebastián en “La Estrella Digital” del 17.02.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

 

Las noticias y los rumores en torno a una posible e inminente tregua de ETA, acompañada de una movilización política y social en el País Vasco, no cesan de crecer, y lo hacen de manera proporcional y al mismo ritmo que crece el desconcierto en el seno del Partido Popular, que tiene a la vista dos citas cruciales como son la manifestación del próximo dia 25 convocada por la Asociación Víctimas del Terrorismo y la convención nacional de este partido, en la que Mariano Rajoy tendrá que fijar posiciones y ya veremos si renovará equipo, porque estamos asistiendo a una soterrada lucha por el poder del PP en la segunda línea del partido, es decir, el entorno de Rajoy, con vistas a mayores y futuras maniobras o conspiraciones.

El texto el pacto hallado en el palacio e la Moncloa entre Zapatero y Artur Mas sobre el Estatuto catalán sorprendió al Partido Popular, que a pesar de que este acuerdo se veía venir no tenía preparada una estrategia completa ni una respuesta inmediata. Unos proponían la moción de censura, otros la recogida de firmas para un referéndum, como es el caso, y otros una proposición no de ley para abrir un debate en el Congreso de los Diputados. Al final, y en plena discusión, se les escapó Josep Piqué y perdieron más tiempo y energía en explicar lo de Piqué que lo del ETA.

Pues ahora estamos en una situación parecida. Todo el mundo sabía que lo de ETA tarde o temprano iba a llegar, y el PP no tiene una estrategia definida ante la eventualidad de una tregua de la banda o del inicio del fin del la violencia como lo viene anunciando el presidente Zapatero de manera reiterada desde el pasado viernes, sabedor de lo que ETA trama dentro y fuera del País Vasco. Ante esta nueva situación y este gran debate político, jurídico y judicial, el Partido Popular no parece tener una idea clara de qué hacer en el caso de que ETA anuncie que está dispuesta a dejar la violencia, y lo que es peor, todo esto les llega cuando está en vísperas de asumir el liderazgo político de la manifestación de las víctimas y a muy pocos días de su convención nacional.

En medio de esta incierta situación en la que vive el PP, y que puede que no sea menos difícil que la que va a sufrir el Gobierno ante el maremoto de ETA, los halcones del PP, los Zaplana, Acebes y la retaguardia de Aznar en FAES, están apretando el acelerador para imponer en el partido la estrategia de la confrontación a cualquier precio sin considerar los posibles efectos políticos y sociales que tendría en el País Vasco y en toda España el anuncio de una tregua. Los halcones del PP, que son la imagen pura de los errores y las mentiras del 11M, están jugando muy fuerte y da la impresión de que en contra del propio liderazgo de Mariano Rajoy, a quien pretenden radicalizar porque este giro a la derecha de los mal llamados liberales y mal intencionados conspiradores internos, no le va a beneficiar en nada al PP ni en cataluña ni en País Vasco, y ya veremos en el resto de España, aunque ello no sólo depende del PP sino también de lo que haga el Gobierno ante los dos retos tan graves que tiene planteados, como son el Estatuto y la negociacion con ETA.

Frente a los halcones del PP, otros dirigentes del partido, Gallardón, Camps, Piqué, Arenas, etc., son más propicios a la moderación y a no perder el contacto con el centro político. En una zona intermedia se encuentra Esperanza Aguirre, la presidenta de Madrid, a quien los halcones del PP (Acebes, Zaplana y compañía) querrían lanzar como un obús contra Rajoy siguiendo su estrategia de la permanente bronca nacional con la que estos personajes han querido ocultar sus responsabilidades políticas del pasado y situarse a la sombra del nuevo poder del PP con la ayuda calculada y pactada de algunos medios de comunicación próximos a este partido y bastante radicales en todos estos debates, como son la COPE y el diario El Mundo. Cabe esperar que Aguirre seguramente habrá hablado de todo esto con Rajoy, por prudencia y por lealtad, entre otras cosas, porque ella sí que está en una zona liberal y no tiene pasado que tapar ni ambición inmediata que promocionar.

Estamos ante momentos cruciales para todos los españoles y para España. Y sería bueno que el Partido Popular, en primer lugar, no diera un público espectáculo de intrigas y broncas internas, y que además estuviera a la altura de las circunstancias en cada momento y no se dedicara a la bronca por la bronca sin analizar lo que va ocurriendo y la propia realidad.

Es verdad que el presidente del Gobierno y el PSOE se han lanzado, de manera equivocada y temeraria, en pos de esas dos citas a ciegas que son el Estatuto catalán y la negociación con ETA. El Estatuto lo han moderado un poco con la ayuda de CiU, pero no todo lo que se debiera para que fuera verdaderamente democrático y constitucional. Mientras que en el tema de ETA estamos a la espera de saber que está pasando verdaderamente y cuáles son los planes de los terroristas, por una parte, y del Gobierno, por la otra, y si hay o no decisión importante de ETA, y si hay o no concesiones inaceptables y políticas del Gobierno. Todo esto, si se cumplen las expectativas, pronto se va a saber, pero antes de que lo conozcamos sería bueno que el PP tuviera clara su posición. Ante las distintas eventualidades que se pueden convertir en realidad, para que no les pase lo que les ocurre con el Estatuto catalán, con los debates en el Parlamento sobre el 11M, perdiendo tiempo, imagen y otra vez la verdad. Veremos lo que ocure en los próximos días y semanas; pero si produce inquietud la velocidad temeraria del Gobierno en cuestiones tan esenciales, también nos preocupa que ante las curvas que se avecinan el Partido Popular, o algunos de su portavoces, sólo piensen en apretar el acelerador cerrando los ojos por lo que pudiera pasar.