HAY MENOS ESPAÑA

 

 Artículo de Pablo Sebastián en “La Estrella Digital” del 18.04.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

 Después de dos años de Gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero se puede decir como primer balance que hay menos España. El Estatuto catalán es la prueba, y lo que se avecina en el País Vasco —y otras Autonomías, la andaluza ya está en pista— tras la euforia de la negociación con ETA lo volverá a confirmar. Pero no pasa nada, porque nada de esto tiene la menor importancia para Zapatero, ni para el PSOE, ni siquiera para la derecha empresarial y financiera, a la que, por lo que se ve en este trance español del que hablan con gestos trágicos en cenas y comilonas, lo único que le preocupa es el dinero, el todo por la pasta en vez del todo por la patria.

No pasa nada porque ya lo dijo el presidente Zapatero para evitar dramatismos o todo equívoco: la nación española es discutida y discutible. Y por eso ya tenemos la nación catalana, la Andalucía Nacional, el Estado asociado vasco (llegará), la nación gallega y otras cuatro o cinco más. Y además la paz con ETA, que ha declarado un alto el fuego en la guerra civil que mantenía con el Estado español, ahora camino de ser una monarquía confederal y plurinacional.

En menos de dos años se ha puesto patas arriba el modelo del Estado pactado en el seno de la Constitución de 1978 por la vía de leyes orgánicas y reformas estatutarias que se escapan al control de la soberanía nacional y del Tribunal Constitucional, así como del Consejo de Estado, del Parlamento español —el Estatuto fue aprobado por el 54 por ciento de los votos—, que como se ha podido comprobar no necesita más consenso que el que se le solicita a los parlamentos autonómicos para iniciar la reforma estatutaria.

Lo del Estatuto catalán ya es agua pasada que no mueve molino, según el Gobierno, que está al cien por cien volcado con la euforia de la paz etarra, mediante el paseo de los que han sido sus promotores, curas, obispos, etarras, dirigentes del PSOE, y el destape de los lugares secretos de encuentro en la primera fase de la negociación, lo que da una idea de lo astuto que es y ha sido nuestro presidente. Si ahora le añadimos a todo ello el espectáculo de Marbella y el Mundial de fútbol de Alemania veremos que lo del Estatuto de Cataluña pasará la prueba del referéndum sin mácula ni problemas, porque a Carod le darán un pedazo de aeropuerto del Prat y todos tan contentos, y el PP, a rabiar. ¡A ver qué hacen con los tres millones y medio de firmas!, dicen en Moncloa, mientras por otro lado les echan en cara las espantadas de Piqué, que pide una campaña del referéndum del Estatuto catalán “a media voz”, es decir, con la boca chica.

La economía aguanta y ello es lo fundamental, lo que ha impedido por ahora que estalle el mal genio español contra los disparates del Gobierno. Si además ETA no mata, ni hace más chantajes o rompe las calles, pues eso ayudará a mantener un cierto ambiente de optimismo y a mirar hacia otro lado en lo que a los graves asuntos de la nación se refiere. Además, en estos dos años el PP no ha recuperado el aliento, aunque dicen que sí algunos votos, que habían alcanzado al PSOE hasta que apareció la tregua de ETA. Lo cierto es que en el PP, en su frontispicio, están los mismos que estaban con Aznar ahora hace diez años, no hay renovación y sí confusión y mucho malestar contra todo e incluso, en algún caso, contra Rajoy, que hace lo que puede con la pésima herencia recibida.

El balance de los dos años, gracias al tupido velo de la tregua etarra, aparece positivo por más que la procesión va por dentro. Hay menos España, es verdad, por eso ¿a quién le importa?, ¿a cuántos españoles les importa que haya menos España si hay más dinero? Además, ¿con qué medios pueden los demócratas en general o la oposición en particular explicar a los españoles que hay menos España? Pues con muy pocos, porque además de menos España hay mucha menos libertad de expresión. Es normal, había que apagar la luz para colar el Estatuto catalán, o la negociación política con ETA. Y tenemos que reconocer que lo del control de los medios que Zapatero hizo en dos años, Aznar no lo supo hacer en ocho, ni siquiera para defender y respetar a los medios independientes, que casi no quedan. Y claro, así nos va. Hay menos España, es lógico y natural, entre otras cosas porque hay menos libertad.