ZAPATERO ESTÁ RECOGIENDO LOS FRUTOS DE SU INSOLENCIA

Artículo de Federico Quevedo  en “El Confidencial.com” del 14 de enero de 2010

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web

 

Lo de José Antonio Alonso, portavoz socialista en el Congreso, es antológico. Pocas veces me he encontrado con alguien tan capaz a la hora de retorcer la realidad y reconvertirla a su antojo. Según él, el debate sobre la sucesión de Rodríguez es cosa del PP… Claro, que el diario El País introdujera en su último sondeo demoscópico una pregunta en ese sentido –que arrojaba un nada despreciable 66% que estimaba que Rodríguez no debía ser el candidato socialista en 2012-, es un pequeño detalle sin importancia, oiga… Una casualidad… Y el resto de los mortales somos tontos de capirote, según la visión alonsiana de las cosas.

 

Pues no. Alonso será un sectario y lo que ustedes quieran, pero lo que no puede por mucho empeño que ponga en el intento, es esconder la realidad, y la realidad es que en el seno del Partido Socialista se ha abierto el debate sobre la sucesión de Rodríguez. Y fíjense, es lo que menos le conviene a Mariano Rajoy a quien, a estas alturas, lo que de verdad le interesa es tener a Rodríguez de contrincante dado el fuerte deterioro de imagen del presidente. A día de hoy, y les aseguro que esto no va a cambiar a mejor para el PSOE –en todo caso a peor-, Rodríguez es una garantía de derrota.

 

¡Cómo cambian las cosas! Hace dos años debatíamos sobre la sucesión de Rajoy, y sin elecciones de por medio ya nos estamos planteando la de Rodríguez. Pero en el fondo era algo inevitable. Rodríguez siempre fue un mal candidato –y peor presidente-, pero tuvo la habilidad de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, y contar a su favor con unas circunstancias excepcionales porque, de otro modo, nunca habría llegado al poder. Lo que le está ocurriendo en esta segunda legislatura no es más que la evidencia de su incapacidad, la demostración de que no sirve y de que cualquier cosa que haga reunirá todas las garantías para el desastre.

 

Eso pasó desapercibido en sus primeros cuatro años porque el país conservaba un ambiente de bonanza que adormecía cualquier espíritu crítico, y borrachos como estábamos de consumismo y narcisismo patrio, ¿para qué íbamos a cambiar las cosas, si según parecía todo el mundo nos envidiaba? Nos creímos aquello de la champions league, y eso otro de que éramos la envidia de Francia, Italia y Alemania. Y ahora se toman la revancha, como no podía ser de otra manera. Rodríguez siempre ha sido un tocahuevos, y recién inaugurado el semestre español en Europa, le toca recoger los frutos de su insolencia.

 

Porque lo cierto es que gracias a Demoliciones y Derribos Zapatero, S.A., en la Unión Europea se han enterado por fin de lo que tenemos aquí. Hasta ahora les hacia cierta gracia el personaje, incluso les caía bien con esa pinta de no haber roto en su vida un plato, la jeta de alma cándida y pelín tímido…, y eso les llevó a perdonarle sus gracietas, sus excesos e, incluso, sus insolencias. Pero ahora se ha descubierto como lo que es: un absoluto incompetente que puede poner en riesgo el proceso de recuperación en Europa si el resto de los socios le permite hacer de las suyas, razón por la cual los países serios le han parado los pies antes de empezar a andar.

 

Para que ustedes lo entiendan: ha entrado en el bar en plan chulo pretendiendo poner la música que a él le gusta, y se ha llevado una manta de palos que le han puesto los ojos a la virulé. En poco más de una semana ha quemado, abrasado, la Presidencia española de la Unión. Haga lo que haga le van a mirar con lupa, y de esta no le salva ni Obama. Es tal el ridículo, tan patética la imagen que como país hemos trasladado al exterior, que no es de extrañar que en sus propias filas se empiece a plantear darle un puntapié más abajo del coxis. Le guste o no a su compañero de pupitre José Antonio Alonso