ETA SE SIENTE FUERTE

 

 Editorial de   “La Razón” del 18.06.05

 

 Por su interés y relevancia, he seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

 

El comunicado hecho público ayer por ETA refleja el grave error del Gobierno en la lucha contra el  terrorismo. La declaración retrata a la ETA ortodoxa y endurecida de hace unos años, con un discurso amenazante y desafiante propio de quien se siente fuerte de nuevo y detecta la debilidad del adversario.

El presidente del Gobierno decidió en su día, en compañía de sus aliados nacionalistas e independentistas, dinamitar la única estrategia que había logrado empujar a ETA y su entramado a una situación de agonía sin precedentes, que fue incluso reconocida por históricos de la banda. Rodríguez Zapatero apostó por abandonar la línea de la ortodoxia, rompió el Pacto por las Libertades y la Ley de Partidos, con lo que sacrificó la unidad de los demócratas, y se equivocó con las víctimas. Ayer, los etarras se jactaban incluso de haber sido «testigos de la muerte a diario» del Pacto Antiterrorista y del fracaso de la estrategia de ilegalización. Y todo ello para ofrecer un diálogo político a ETA e insuflarle oxígeno cuando su derrota final estaba más cerca que nunca.

La respuesta de una banda crecida fue la de exigir al Gobierno el final de las acciones de las Fuerzas de Seguridad, de la dispersión de los presos etarras y de los juicios contra los terroristas en la Audiencia Nacional, además de la autodeterminación, o sea independencia, del País Vasco. Mientras esas condiciones no se acepten, el comunicado fue tajante: «ETA continuará en la lucha sin descanso y con la misma firmeza que hasta ahora». Por tanto, ni hay voluntad de diálogo ni siquiera de tregua unilateral, que la banda interpretó como «rendición » y «humillación».

El Gobierno ha actuado desde un prisma equivocado en la lucha antiterrorista, un terreno en el que no caben errores. Ahora, está obligado a rectificar y regresar a la política del Pacto Antiterrorista antes de que los terroristas recobren más fuerza y la amenaza sobre los demócratas crezca. Por otra parte, el Ejecutivo

debería explicar por qué se ocultó la información sobre un atentado de ETA en el Valle de los Caídos, que la banda asumió ayer, y que Interior relacionó con una reivindicación de carácter laboral. Un episodio de desinformación inusual en un país democrático.