UN GOBIERNO QUE HACE TRAMPAS

 

El fiscal se arruga ante Batasuna y el Ejecutivo ya no sabe qué decir para encubrirla como ANV

 

  Editorial de   “La Razón” del 15.05.07

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Después de tres años de gestión, el Gobierno de Zapatero se ha acreditado como un consumado coleccionista de trampas. Su metodología para resolver los problemas y los conflictos pasa, tarde o temprano, por la trampa, es decir, por saltarse las reglas del juego para imponerse al adversario mediante el engaño. Hizo trampas en las opas de Endesa, en la CNMV y en la CNE; más trampas contra el Consejo General del Poder Judicial y con el Tribunal Constitucional; trampas a propósito de la negociación con ETA, con el Estatuto catalán y la regularización masiva de inmigrantes; trampas en la excarcelación de De Juan Chaos y en la absolución de Otegi. Trampas, en fi n, para legalizar a Batasuna mediante Acción Nacionalista Vasca.

En ninguno de los casos de esta larga lista ha actuado el Gobierno limpiamente y por derecho, sino burlando a la oposición y a la ciudadanía con las más diversas triquiñuelas. Como a un tramposo se le atrapa antes que a un cojo, el fi scal general Conde-Pumpido no ha podido ir muy lejos. Si el domingo aseguraba que cabía la suspensión por vía penal de ANV en el supuesto de que los dirigentes de Batsuna pidieran para ella el voto, ayer se desdijo y se arrugó como se arruga el jugador que ha sido sorprendido en falta. A estas alturas de la legislatura, hay que ser muy ingenuos para creer que el Gobierno y su fiscal van a impedir la presencia de Batasuna en las elecciones del día 27, como aseguraba ayer sin ningún pudor

el portavoz del PSOE en el Congreso.

LA RAZÓN ha revelado este lunes que emisarios de Zapatero y de ETA se han reunido desde enero en tres ocasiones para, entre otros asuntos, pactar la  participación batasuna en las elecciones del País Vasco y Navarra. A tal fin, lo que ha hecho el Gobierno, ante la evidente quiebra de las reglas del juego que tales pactos suponen, ha sido ir trampeando la situación, dando versiones contradictorias sin solución de continuidad y lo seguirá haciendo hasta el día 27 próximo, unas veces utilizando las cartas marcadas de Conde-Pumpido y otras desviando la atención hacia Irak, Isabel Pantoja o la supuesta «derecha extrema». Si nunca fue muy elevada la fiabilidad y credibilidad del equipo de Zapatero, en la gestión de la política antiterrorista ha caído a mínimos, muy por debajo de lo exigible en un Gobierno democrático. El caso de De Juana Chaos es paradigmático del modo de proceder del Ejecutivo socialista. Para excarcerlar al asesino de 25 personas utilizó hasta tres argumentos distintos; sólo cuando el escándalo fue tan general que hizo inútiles las trampas e irritó a las propias bases socialistas, entonces el presidente desveló la razón verdadera: para que ETA no tomara represalias.

No es de extrañar, por tanto, que vaya en aumento el escepticismo de los navarros ante las promesas de Zapatero y de su candidato, Fernando Puras, de que no pactarán con los nacionalistas vascos. Son ya demasiadas las trampas y ninguno el crédito de quien las hace.