ESQUERRA AMENAZA A ZAPATERO CON DINAMITAR EL TRIPARTITO

Puigcercós dice que su actitud hostil obliga a rehacer el pacto

 

 Informe de M. Pardeiro   en “La Razón” del 14 de diciembre de 2008

Barcelona- A falta de 15 días para que expire el último plazo comprometido por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para cerrar el nuevo sistema de financiación de Cataluña, ERC alertó ayer de las consecuencias que podría tener en el Gobierno de Cataluña un desa-cuerdo en la negociación. El presidente de Esquerra, Joan Puigcercós, afirmó que «los reiterados incumplimientos con Cataluña» y la «actitud hostil» del Gobierno obligarán a «reorientar una parte importante de los objetivos» del tripartito. El Gabinete de José Montilla podría experimentar, por tanto, un proceso de tensiones internas que amenaza la cohesión del Gobierno catalán. Con ERC malhumorada y decidida a plantar batalla ante el PSOE, al PSC le resultará complicado apaciguar los ánimos de los republicanos, cada vez más a disgusto con el comportamiento de Zapatero. «Pasan las fechas y el Gobierno de España las incumple sistemáticamente», recordó Puigcercós. La formación republicana no ve con optimismo el esprint final de la negociación, puesto que persiste el bloqueo en cuestiones fundamentales como la aportación de Cataluña a la solidaridad con otras autonomías. Los socios del tripartito ya tenían previsto sentarse en la primera quincena de enero para reformular el pacto de la Entesa para adaptarlo a la crisis económica. Pero Puigcercós quiere ir más allá ahora y vincular la actualización del pacto a las insuficiencias en financiación. A contrarreloj En el propio PSC comienzan a aparecer fisuras, ya que el consejero de Economía, Antoni Castells, discrepa de la dirección de su partido y de su idea de apoyar los Presupuestos Generales del Estado aunque no incluyan la nueva financiación de Cataluña. Montilla, por su parte, se resiste a desconfiar del Gobierno porque cree que aún hay tiempo para alcanzar un pacto. El propio Zapatero ha querido enviar un mensaje de calma, asegurando que el acuerdo podría cerrarse «pronto», aunque evitó poner fecha. El Gobierno trabaja con la hipótesis de que el pacto se produzca con el año 2009 ya comenzado, aunque con efectos retroactivos a partir del 1 de enero. Pero su anuncio de que el sistema de financiación será igual para todas las autonomías ha significado un mal presagio para los republicanos, muy suspicaces siempre que aparece el «café para todos». De ahí parte de su nerviosismo.