DIRIGENTES DEL PSE MANTIENEN CONTACTOS CON EL MUNDO DE ETA PARA INTENTAR FORZAR UNA TREGUA

 

Jesús Eguiguren ha celebrado varios encuentros con el abogado Íñigo Iruin, defensor de los batasunos El Parlamento vasco ha sido el escenario de otras reuniones entre socialistas vascos y representantes de la formación que dirige Otegui

 

 Informe de   Inmaculada G. de Molina en “La Razón” del 21/12/2004

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

El Partido Socialista Vasco sondea con el mundo de ETA la posibilidad de que la banda terrorista entregue las armas. Concretamente, el presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren, ha mantenido varios encuentros con el abogado Íñigo Iruin, que ejerció la defensa de Batasuna en el proceso de su deslegalización, para analizar la situación actual del País Vasco y el fin de la organización terrorista. Además, los socialistas vascos han mantenido paralelamente encuentros con dirigentes de la formación que lidera Arnaldo Otegui en sede parlamentaria, con el fin de sondear las posibilidades de que sus miembros renuncien a la violencia y se puedan incorporar en diferentes listas para concurrir a las autonómicas de 2005.

Madrid- El Partido Socialista de Euskadi está sondeando con el mundo de ETA las posibilidades de que la organización terrorista entregue las armas, según confirmaron a LA RAZÓN fuentes socialistas. En los últimos meses el presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren, ha mantenido contactos con el abogado Íñigo Iruin, defensor de Batasuna en el proceso de su deslegalización el año pasado. Fuentes nacionalistas vascas aseguran que la banda terrorista ha hecho llegar a los Ejecutivos de Ibarreche y Zapatero el mensaje de su disposición para «bajar del monte», siempre y cuando el Gobierno de la nación demuestre su buena voluntad. La organización terrorista ha renunciado a reivindicar la libertad de todos sus presos, unos 700, como condición indispensable para una tregua definitiva. Sin embargo, reclama el acercamiento de los reclusos etarras a las cárceles del País Vasco y una interpretación más flexible de la Ley de Partidos Políticos para que Batasuna pueda concurrir a las elecciones autonómicas, que el lendakari Ibarreche podría convocar el próximo mes de junio. El presidente del PSE-EE, dirigente más cercano al mundo de la izquierda abertzale, se ha reunido, en diversas ocasiones, antes y después del verano con el abogado Iruin, al que conoce «de toda la vida». Además, otras fuentes consultadas por este diario aseguran que, al parecer, un comisionado, de la máxima confianza de Jesús Eguiguren, podría haberse entrevistado con Mikel Antza en territorio francés, semanas antes de que las Policías francesa y española lo detuvieran. Jesús Eguiguren incluso ha manifestado públicamente su opinión sobre la necesidad de modificar la política antiterrorista y llegar a un acuerdo que incluya a todos los partidos políticos. A su juicio, ya no se dan las circunstancias que confluían cuando se firmó el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo entre las dos fuerzas mayoritarias PP y PSOE y cuyo preámbulo excluye a los nacionalistas vascos de cualquier acuerdo en materia antiterrorista. Ha llegado, en su opinión, el momento de redefinir la política antiterrorista, con el fin de acelerar la pacificación en el País Vasco. «Mucho me temo que no existe una política antiterrorista, al menos en lo que se refiere a ETA, acorde con las nuevas circunstancias, que no son las mismas que cuando se firmó» el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, aseguraba en un artículo publicado en octubre en la revista vasca «Aldaketa». Eguiguren considera necesario «alumbrar una nueva estrategia para acelerar la pacificación del País Vasco. Una estrategia a consensuar posteriormente con el Partido Popular y el Gobierno vasco». Los contactos de los socialistas vasco con el mundo de ETA coinciden en el tiempo con el compromiso alcanzado por el Gobierno antes de las vacaciones estivales con el PNV para replantearse la política de dispersión de presos etarras. Según fuentes nacionalistas, el Ejecutivo está esperando un gesto que confirme la voluntad real de ETA de renunciar a la violencia para acabar con la actual política penitenciaria. En el momento en que se produzca ese movimiento, se irá acercando progresiva y discretamente a los reclusos etarras a las prisiones vascas. De hecho, la vicepresidenta primera del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, confirmó hace unas semanas que el Ejecutivo «mira con mucho interés y con atención cualquier movimiento que se pueda hacer a favor de aproximarnos antes al final de este camino espantoso de la violencia. Pero mientras no haya hechos claros y contundentes no modificaremos la política antiterrorista». Esta no sería la primera ocasión en la que se cambia la política de dispersión de reclusos etarras. En 1998 el entonces ministro de Interior Jaime Mayor Oreja, optó momentos antes de que ETA declarara la tregua, por aproximar a las cárceles vascas a los presos. Además, el PSE-EE está manteniendo también contactos con dirigentes de la formación que lidera Arnaldo Otegui. El escenario elegido para esos encuentros no es otro que el Parlamento vasco. Los socialistas no descartan incluir en su plataforma, que constituirán al estilo y semejanza de la de Ciutadans por el canvi de Pasqual Maragall y con la que piensan presentarse a las elecciones vascas de 2005, a algún miembro de la formación deslegalizada, que previamente haya renunciado a la violencia. Además, facilitarán que se incorporen a otras listas electorales. En este contexto, el presidente del Gobierno, según fuentes socialistas, ha dado carta blanca al secretario general del PSE-EE, Patxi López, para que «se ocupe y preocupe» de todos los asuntos que competen al País Vasco. Así lo manifestó en el último encuentro que mantuvieron los socialistas en Segovia. El propio presidente del Gobierno dejó la puerta entreabierta a un fin político para la banda terrorista en su comparecencia en la Comisión parlamentaria que investiga el 11-M. «El fin de la violencia requiere también de política», aseguró. «La realidad es que algo se está moviendo en el mundo de ETA». Incluso al propio ministro de Interior no le consta que el documento de noviembre de Batasuna, proclive a una salida política, fuera redactado por Mikel Antza y Josu Ternera. Por cierto, que «tampoco le consta lo contrario».