DECLARACIONES DE PIQUÉ: ZAPATERO SÓLO CREE EN LA LEGITIMIDAD DE LOS «VENCIDOS»

 

El dirigente del PP catalán le acusa de «no compartir la Transición»

 

Reportaje de Carmen Remírez de Ganuza  en “El Mundo” del 12.10.05

 

 Por su interés y relevancia, he seleccionado el reportaje que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

MADRID.- Josep Piqué se transformó ayer en el ariete más duro de la oposición contra la muralla de La Moncloa. El presidente del PP en Cataluña sorprendió en Madrid con unas declaraciones a cara lavada contra el pretendido maquillaje gubernamental del Estatut.

Después de acusar de deshonesta a la clase política catalana y al PSC, en particular, por haber hecho un «Estatuto contra Cataluña» y planteado un «jaque en toda regla a la Constitución», Piqué arremetió directamente contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Lo situó en el centro y en el origen del actual problema político e institucional generado por el texto del Parlament. Profundizó en la psicología del socialista leonés. Y apuntó, incluso, un doble propósito, uno estratégico y otro más táctico, en la determinación del jefe del Ejecutivo.

Así, aseguró tener la impresión personal de que Rodríguez Zapatero, «no comparte el espíritu de la Transición», considera que los últimos 25 años han sido de «baja calidad democrática» y -ahí viene su afirmación más audaz- «cree que ahora él es una persona designada por la Historia para superar este periodo y abrir uno nuevo, que engarza la legitimidad democrática no con el gran acuerdo del 78, sino con la auténtica legitimidad democrática, que él identifica con los que resultaron vencidos en la Guerra Civil».

«Sé que es una afirmación muy dura y contundente» -reconoció en los desayunos informativos de Europa Press-, «pero estoy dispuesto a argumentarla y defenderla. Hay muchos signos que llevan a eso».La alianza de Zapatero con los nacionalistas entronca, según Piqué, con la fijación del presidente socialista con el pasado y con la República. En este sentido, recordó el «gran acuerdo histórico con los nacionalismos, algo que forma parte de la tradición de una parte del socialismo, como en el Pacto de San Sebastián, que después da lugar al 14 de abril».

De la misma manera, la política de aislamiento que Zapatero ejerce hacia el PP responde también, a su juicio, a «una voluntad de que a una parte muy importante de la sociedad española se le niegue la legitimidad para poder representar los intereses de los españoles, porque los considera herederos del franquismo».«Eso hay que superarlo», añadió.

Piqué, quien reivindicó ayer una «Constitución sin adjetivos» ni colores políticos, neutral, como lo es la española de 1978, insistió en que el presidente Rodríguez Zapatero piensa que las instituciones no tienen que ser «de todos», sino únicamente de los que él cree «auténticos demócratas». A su juicio, es un planteamiento «aberrante» que puede terminar por poner esas instituciones en manos de los políticos de turno, «como en el siglo XIX, y eso no es bueno».

Piqué no rehuyó una posible motivación táctica en la política de Zapatero, y dijo que éste establece una «conexión mental» entre el Estatut y el final de ETA -que, dijo, «está observando el proceso»-, si bien evitó concretar más por «pura prudencia y honestidad». «Tengo la impresión», dijo, «de que pretende ser el presidente que solucione en cuatro días el tema del terrorismo y lo que los nacionalistas llaman el encaje de las nacionalidades en el conjunto de España».