EL ‘FELIPISMO’ INTENTA CONTROLAR LA CRISIS DEL GOBIERNO DE ZAPATERO

 

Informe De  Rafael Halcón| Madrid  en “Republica.es” del 21 de junio de 2010

Por su interés y relevancia he seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Se busca un Gobierno más político y con experiencia para reforzar la imagen de España en el exterior y lograr la recuperación electoral del PSOE

 

El presidente Zapatero prepara, desde hace varias semanas una crisis de su Gobierno, en la que está influyendo de manera decisiva Felipe González, con el doble objetivo de ofrecer dentro y sobre todo fuera de España una imagen de fortaleza y experiencia, así como de un gabinete más sólido, más “senior”, con experiencia y más político y técnico para abordar, los graves problemas económicos de España e intentar la recuperación electoral de Zapatero y del PSOE, frente al ascenso del Partido Popular. En suma un gobierno con menos ministerios pero con más fuerza y empaque político en el que primen criterios de prestigio y experiencia en lugar de los regionales, de paridad y amistad personal con el presidente como ocurrió en la última crisis del gabinete.

La sombra de Felipe González es cada vez mas alargada y se proyecta con intensidad sobre el palacio de la Moncloa donde se está incubando la crisis del gobierno y sobre el rostro bastante desmejorado del presidente del gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero. El que acaba de sufrir los dos meses (los pasados mayo y junio) más duros de su mandato al frente del Ejecutivo español, por el riesgo reconocido de “quiebra” de la deuda española pública y privada que, de momento, parece haber sido desactivado.

Aunque permanece latente el problema de la falta de liquidez de la banca española, “la mejor del mundo” según Zapatero, y la que soportó bien los “test de resistencia” de la UE, según el Banco de España, al menos en lo que se refiere al Santander y al BBVA, exhibicionismo de Zapatero que huele a venganza contra Ángela Merkel –y la banca alemana- y a una “excusatio non petita” que da mucho que pensar porque no se entiende por qué no se le presta dinero a unos banqueros tan buenos y resistentes.

Ahora el siguiente paso es la crisis del gobierno, ahora que un aparente remanso de paz parece instalarse en torno a los mercados europeos y al español en particular, y cuando el gobierno cree tener encarriladas sus reformas y decretazos del ajuste del déficit y del mercado laboral (esta última pendiente de convalidar esa semana en el Parlamento) mas el proceso de fusiones de las cajas de ahorro que incluye la fusión de todos sus problemas.

Crisis de gobierno pero ¿para cuándo? Todos los observadores la sitúan para antes del mes de agosto, pero no saben si para la primera quincena de julio, una vez concluya la presidencia española de la UE a finales de este mes, o para la segunda quincena cuando haya pasado la esperada bronca entre el PSOE y el PP  en el debate sobre el estado de la nación que de los próximos días 14 y 15 de julio. Quienes abogan por hacerla antes del debate dicen que así se librará Zapatero del ataque a sus ministros en la confrontación parlamentaria, mientras otros consideran que el gobierno saliente debe sumar ese desgaste –incluso la huelga general de finales septiembre, añaden algunos- para que el nuevo gabinete nazca sin lastre y tome el control de sus departamentos en agosto para estar listo y actuar en el curso político del otoño.

La segunda cuestión es la relativa a cuantos ministerios y al sistema de reparto de cargos, una vez que en el anterior gabinete primaron criterios de paridad de sexos y de una representación regional del PSOE.  Esta vez todo apunta a que habrá menos ministerios (pueden desaparecer o integrarse en otros, los actuales de Ciencia y Tecnología, Vivienda, Cultura e Igualdad) así como una de las vicepresidencias, y que los criterios para la selección de ministros tendrán más que ver con su capacidad y peso político y con su cualificación que con otros criterios una vez que al nuevo gabinete le tocará lidiar los ajustes de la crisis, la huelga general y el tiempo que electoral que se inicia en el otoño con los comicios autonómicos catalanes, que luego serán seguidos por los municipales y autonómicos en 2011 y las elecciones generales en 2012.

Los ministros salientes

En realidad los ministros desgastados en este gobierno son todos, empezando por Zapatero. Pero parece claro que los que ofrecen más resistencia a los problemas son José Blanco, como el hombre de confianza de Zapatero, y Pérez Rubalcaba como persona de confianza de Felipe González, como también lo son los Manuel Chávez y Ángel Gabilondo. Todos los demás y aquí empezando por las vicepresidentas De la Vega y Salgado, están en la cuerda floja y podrían caer en los próximos días, como puede ser el caso de las ministras Garmendia, Aido, González Sinde, Corredor,  Espinosa (que lleva con Zapatero desde su llegada al poder), y otro tanto les puede pasar a Moratinos (que al parecer quiere la embajada de España en Marruecos), o la ministra Chacón (que regresaría a Cataluña, para reforzar la debilidad de Montilla o intentar sucederle tras su previsible derrota en las elecciones catalanas). Como también están tocados los ministros Caamaño (por los líos de los tribunales Supremo y Constitucional), o el ministro de Trabajo, Corbacho que parece haber anunciado su deseo de no continuar para no tragarse la huelga general. Incluso el ministro Sebastián podría ser desplazado si la nueva vicepresidencia económica exige colocar a sus colaboradores más directos en Fomento, Industria y Trabajo.

Sobre los nuevos nombres poco se sabe pero lo que sí parece cierto es que podría surgir un gobierno equilibrado entre los hombres de confianza de Zapatero, liderados por Blanco, y los de González, liderados por Rubalcaba, a quien el diario “El País” no cesa de promocionar. Estos dos ministros son los que se disputan la vicepresidencia primera del gobierno, o puede que el ministerio de presidencia y portavoz, y sobre ellos, dos personajes muy políticos, se pretende relanzar el contra ataque al PP de Rajoy y la recuperación política y electoral de Zapatero.

Los nombres de Javier Solana, Joaquín Almunia, Guillermo de la Dehesa, Javier Gómez Navarro e incluso Miguel Boyer –que parece muy activo y que asesora a Zapatero tras su acercamiento a Moncloa por la vía femenina de Preysler, Benarroch, Sonsoles- son los barones felipistas que cotizan al alza en el nuevo proyecto de gobierno, y en compañía de otros felipistas instalados como son Cháves, Rubalcaba y Gabilondo. Algunas mujeres de la Ejecutiva Federal del PSOE, y la ministra Jiménez, y altos cargos de autonomías claves del PSOE como Andalucía, Cataluña y Madrid podrían, en la compañía de amigos del presidente como Javier de Paz y José Enrique Serrano, engrosar el lado de ministros llamados zapateristas, en pos de un equilibrio de fuerza y poder entre la vieja guardia de González y el entorno de Zapatero. Y sin descartar el regreso de algunos de los ex ministros de Zapatero como José Antonio Alonso, Jesús Caldera o Juan Fernando López Aguilar.