LA CATALUÑA NO NACIONALISTA

 

Artículo de Albert Rivera en “El Mundo” del 24 de enero de 2010

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web

En Ciutadans tenemos claro que el interés general debe estar por encima del interés partidista o personal. Muchos ciudadanos están deseando que se fortalezca y no se debilite la tercera vía. Ahora, sólo hace falta que todas las personas que comparten esta ideología lo tengan igual de claro.

En las próximas elecciones al Parlament se disputará el primer set de un partido que marcará el futuro de Cataluña y, probablemente, de España. Quizás, muchos ciudadanos no sean conscientes de ello a día de hoy, incluso deben pensar que, sea cual sea la composición de la cámara, todo seguirá igual y poco o nada afectará a sus vidas privadas. Pero la realidad es bien distinta.

Tradicionalmente, los nacionalistas han ido masivamente a las urnas para la cita autonómica, seguramente porque identifican la Generalitat como su Administración, su país; mientras que una parte importante de los ciudadanos no nacionalistas ha optado por la abstención, ya sea por no sentirse representados por el catalanismo político, ya sea porque han visto como PSOE y PP han renunciado y entregado el ámbito catalán a cambio de los apoyos necesarios en el Congreso por parte de los nacionalistas.

En esta próxima cita, será crucial que estos últimos vayan a votar. Si las mayorías que se dibujan en los sondeos se ponen de acuerdo para gobernar, podemos cruzar el punto de no retorno. Un tercer tripartito con un Montilla políticamente acomplejado, haciendo nuevamente concesiones de todo tipo a ERC nos llevará a un intento definitivo de ruptura con el conjunto de España. Si las exigencias para reeditar el tripartito de Puigcercós son ciertas, podríamos votar en la siguiente legislatura una solicitud de referéndum al Estado sobre la independencia de Cataluña al más puro estilo Quebec o Montenegro.

Esa demanda, que será posible con la futura ley de consultas populares del tripartito, conllevaría una negativa del Estado y alimentaria el victimismo incendiario del nacionalismo catalán. Ya saben, el famoso referéndum de 2014 anunciado por Carod-Rovira.

Por otro lado, si no suma el tripartito, CiU gobernaría, en palabras de Mas «hacia la transición del Estado autonómico al derecho a decidir». Traducido, para Mas, el Estado autonómico ha muerto y debemos ir hacia la independencia a medio plazo. Y, probablemente, si Sánchez Camacho sigue empeñada en cumplir con su sueño de ser consellera con CIU a la cabeza, el PPC estará bien dócil, apoyando a CiU, a cambio de un futuro apoyo en el Congreso.

En definitiva, más mercadeo de los partidos nacionales, sacrificando nuevamente a los ciudadanos catalanes no nacionalistas, que nos hemos convertido en la gran moneda de cambio para gobernar en España. Si esa moneda se acuñara, debería llevar la cara del sacrificado Vidal Quadras, el hombre que mejor ha escenificado y sufrido en sus carnes ese canje, cuando Aznar entregó su cabeza en el Pacto del Majestic a cambio de que Pujol tuviera la Masia controlada.

Y, ante este panorama, es evidente que los catalanes constitucionalistas, pero también el resto de españoles, tenemos una responsabilidad histórica. Debemos ser capaces de articular una alternativa a este sistema de cambio que han establecido el PSOE y el PP con los nacionalistas. Es fundamental que en las próximas elecciones catalanas, pero también en las próximas generales, los ciudadanos tengan una opción de voto que les permita crear un sistema de cambio más justo. Quién quiera gobernar Cataluña necesita escuchar a la Cataluña no nacionalista, a Ciutadans. Y quien gobierne España que escuche a los españoles que queremos que la estabilidad política no esté en manos de los que se jactan de querer destruir nuestra convivencia o levantar fronteras entre nosotros.

Esa tercera vía necesariamente se debe construir entre aquellos partidos que ya hemos conseguido lo más difícil: entrar en el sistema para cambiarlo y superar la barrera electoral en el Parlament y en el Congreso. Si Ciudadanos no tiene más peso electoral para la siguiente legislatura y UPyD no consigue sacar más escaños en las generales que el único que tiene por la provincia de Madrid, los catalanes no nacionalistas seremos otra vez sacrificados por el PP o el PSOE. Si la Cataluña no nacionalista, si Ciutadans, crece y suma con generosidad y la tercera vía en España también se hace sumando, aprovechando que UpyD también consiguió romper esa barrera electoral hace dos años, en 2012 podríamos ver como en el Parlament catalán y en el Congreso los no nacionalistas podríamos ser determinantes y el rumbo del país daría un vuelco positivo.

El futuro está en nuestras manos, y los partidos que representamos a esos ciudadanos no podemos fallarles. Mis compañeros de partido y yo como candidato de Ciutadans a la Generalitat vamos a luchar para que la Cataluña de todos, la que es plural, bilingüe y quiere ser solidaria y un referente en el conjunto de España tengan la voz que merece durante los próximos años en el Parlament.

Albert Rivera es presidente de Ciutadans y diputado en el Parlament