EL PODER OCULTA LA VERDAD EN ESPAÑA
Artículo
de Francisco Rubiales en “Voto en Blanco” del 10 de febrero de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web
El
gobierno, la patronal y los sindicatos se han reunido y han decidido subir el
sueldo a los españoles un 1 por ciento en 2010. No se atreven a reconocer la
verdad y menos a decirla. Los sueldos, en la arruinada España, no pueden subir
y tendrán que bajar, todo por culpa de Zapatero, que ha conducido al país hacia
la bancarrota y que, al endeudarse más allá de los admisible, además del
presente, ha arrasado nuestro futuro.
Nuestra
clase dirigente, pusilánime y adicta al dinero, no tiene arrestos y es incapaz
de adoptar medidas impopulares. España es ya un esperpento surrealista. Reunir
a los zorros para que tomen decisiones en nombre de las gallinas es un
vergonzoso drama. Los zorros siempre decidirán en contra del gallinero. Los
ciudadanos estamos perdidos.
Las patronales CEOE y Cepyme y los sindicatos CCOO y
UGT afirman que han dado un soplo de aire a un Gobierno al que la recesión ha
llevado al peor momento de la legislatura y de todo el segundo mandato del
PSOE, desde 2004. Han decidido subir los salarios un "uno" porciento
en 2010, todo un nuevo brindis al sol que oculta la realidad de una España que,
arruinada por su gobierno, tendrá que bajar los salarios en lugar de subirlos y
que cuanto más tarde lo haga, mayor tendrá que ser la bajada.
El
presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, maestro de la ocultación y del
marketing tramposo, calificó el pacto de “importantísimo”. Los mercados, ante
la subida de sueldos, seguirán desconfiando de España y hostigando al euro,
debilitado por la insensatez y la mentira. Tienen razón las grandes
instituciones internacionales, desde el FMI a los mismos órganos de gobierno de
la Unión Europea, que, junto con los expertos, le dicen a España que tiene que
afrontar reformas dramáticas, abrazar la austeridad y darse un baño de
sacrificio, que incluye bajadas de sueldos y de pensiones. Todo por culpa del
insensato que ocultó la crisis por miedo a perder votos, que tardó casi dos
años en reconocer la existencia del cáncer, que siguió gastando como un loco y
que todavía es incapaz de adoptar las medidas que el país necesita para salir
del foso.
Escoltado
por un presidente de la patronal sin prestigio y con graves problemas en sus
propias empresas, por unos sindicatos comprados por el dinero fácil y por la
legión de palmeros y asesores de su gobierno y de su partido, Zapatero sigue
aporreando la verdad y arrojando paladas de cemento y arena sobre la ya
cadavérica economía española, negándose a reconocer que España ya no es
competitiva, que no puede exportar casi nada y que nadie sabe con que dinero
pagará su inmensa deuda.
Todos lo saben, pero nadie lo admite: cuando un gobierno genera pobreza, sólo
puede repartir miseria. Sólo las sociedades que crean riqueza pueden repartir
beneficios. El gobierno de Zapatero, incapaz de bajar los sueldos porque
perdería votos, prefiere llevar a España hasta la ruina y el caos. Ese ha sido
su comportamiento en los últimos dos años: ha eludido la miseria que su
política genera endeudándose peligrosamente, lo que equivale a la cobardía
insensata de esquilmar también a las generaciones del futuro.
Los
empresarios y los sindicatos, que se han repartido tanto dinero público y son
tan ricos en subvenciones que no pueden ver ya la pobreza y el sufrimiento del
pueblo, se sienten felices porque dicen haber cerrado el capítulo salarial, que
era el más difícil del acuerdo de convenios. Así, el incremento acordado para
2010 es del 1%; entre el 1% y el 2%, para 2011, y entre el 1,5% y el 2,5%, para
2012.
Todo
mentira porque los salarios tendrán que bajar en 2010, en 2011 y quizás también
en 2012, lo quieran o no los zorros que hablan en nombre de las gallinas.