PESE A LAS MEDIDAS, ESPAÑA SIGUE CAYENDO EN PICADO
Artículo
de Francisco Rubiales en “Voto en Blanco” del 21 de mayo
de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Las medidas de
austeridad y la subida de impuestos, si no vienen acompañadas de medidas que
reactiven la economísa y hagan a España más
competitiva, deprimirán más el consumo y hundirán más la economía española. Los
ciudadanos deben comprender que el mismo que ha destruido al país no puede
recomponerlo y que mantener a Zapatero en el poder equivale a un acta de defunción
para España.
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Las
medidas económicas recién adoptadas por Zapatero y las anunciadas subidas de
impuestos sólo servirán para que nuestros acreedores puedan cobrar, pero sus
efectos serán letales para la economía española porque contraerán el consumo,
provocarán más desempleo y hundirán todavía más al país. Técnicamente, las
medidas de austeridad deben llegar acompañadas de otras que activen la
economía, como la disciplina laboral y el abaratamiento del empleo, pero esas
medidas ni siquiera las imagina un gobierno que, inexplicablemente, sigue
pensando en ganar las elecciones, antes que en salvarnos del caos al que ellos
mismos nos han llevado.
El ahorro brutal impuesto a España por sus acreedores internacionales es una
solución de emergencia que sirve sólo para que los que nos han prestado puedan
cobrar, pero la economía española se deprimirá todavía más con esas medidas. La
austeridad en las cuentas públicas, sin competitividad y productividad, sirven
solamente para exprimir la riqueza española y entregarla a los bancos que nos
han prestado dinero. El verdadero desafío de España es que la máquina de la
economía comience a girar.
Para
salir de las crisis profundas y afrontar una etapa de privaciones y
sacrificios, los pueblos necesitan un liderazgo impecable, un dirigente que
merezca la confianza de los ciudadanos y que sea respetado y creído. El perfil
de Zapatero es justo el contrario: sin credibilidad, sin altura moral y sin
prestigio, Zapatero es rechazado por gran parte de la sociedad y es percibido
por el grueso del a ciudadanía como un politicastro entregado a la mentira y
sin altura moral suficiente para exigir nada a nadie.
Los
ciudadanos deben comprender que el mismo que ha destruido al país no puede
recomponerlo y que mantener a Zapatero en el poder equivale a un acta de
defunción para España. El diagnóstico de España es terrible y su pronóstico,
aún peor. A España se le han juntado en su actual momento histórico las peores
desgracias.
La
Historia enseña que cada dos o tres siglos un gobernante dañino, insensible e
inepto consigue subir al poder en un determinado país para destruir todo lo que
toca. Algunos países logran neutralizar ese cáncer porque cuentan con
constituciones fuertes, leyes firmes y ciudadanos que saben reaccionar contra
ese drama, pero España está indefensa frente a Zapatero, su peor plaga y su
mayor pesadilla en los últimos tres siglos, que ha coincidido, para desgracia
del pueblo español, con una oposición mediocre y decepcionante, encabezada por
el cobarde Rajoy, a la que le falta audacia, solvencia, ambición y decencia.
Las
pruebas están ahí, a la vista de todos: mientras los mercados siguen acosando a
España, el país es tratado por sus socios europeos como un enfermo y la bolsa
se hunde cada día un poco más, el drama de Zapatero sigue carcomiendo los
cimientos del país, derrochando dinero en comprar el sometimiento de los
sindicatos, comprando los votos de los partidos políticos envilecidos,
bloqueando la reforma laboral, acosando al ciudadano son insensatas subidas de
impuestos y derrochando más de un millón de euros cada día en una cumbre
Europa-América Latina que sólo ha servido para poner de manifiesto, ante los
ojos del mundo, el pavoroso declive de España, la baja calidad del liderazgo de
Zapatero y la pérdida de peso, prestigio y respeto de nuestro país en el
concierto mundial, bajo el mandato socialista.
La mentira sigue siendo el eje del gobierno de Zapatero. En estos tiempos
dramáticos, cuando la sociedad entera reclama verdad y juego limpio, Zapatero
oculta a sus ciudadanos que España está en quiebra, que ha perdido ya la
independencia y el control de su economía, que es un protectorado intervenido y
que él no tiene ni la confianza de los mercados, ni el respeto de sus colegas
europeos, ni el impulso, ni el empuje, ni las ideas necesarias para conducir a
su pueblo hacia el resurgimiento.
Echar
urgentemente a Zapatero es la única salida de España y, probablemente, hasta su
única opción de supervivencia.