EL CINE ESPAÑOL, LA ÚLTIMA VÍCTIMA DE ZAPATERO
Artículo
de Francisco Rubiales en “Voto en Blanco” del 13-9-10
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Zapatero, cuya política ha arruinado la prosperidad
española, el empleo, buena parte del tejido productivo, el prestigio exterior,
la confianza y la esperanza de los ciudadanos, también está acabando con el
cine español, una industria cultural que hace apenas tres años estaba en línea
de crecimiento y parecía prometedora.
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Que nadie
se confunda porque el cine español, a pesar del "León de plata"
otorgado en Venecia a Alex de la Iglesia, está gravemente enfermo y divorciado
de la sociedad española. El premio veneciano al director español es como el
canto del cisne de una industria que era prometedora y que, como muchas otras
actividades y sectores en España, ha sido arruinada por la política y por los
políticos.
Odiado por buena parte de los cinéfilos españoles, sin músculo ni capacidad de
competir por haber perdido la imaginación y la creatividad, tal vez porque se
ha habituado a las subvenciones públicas, generosamente otorgadas por el
gobierno de Zapatero, el cine español se muere ahogado por la crisis y por su
propio fracaso, sin que la sociedad española derrame una sólo lágrima por esa
industria cultural, hasta hace pocos años próspera.
Tan sólo una película española (Que se mueran los feos) recaudó más de un
millón de euros en todo el año 2009, lo que constituye un fracaso sin
precedentes del cine español, cuya cuota de mercado es apenas del 8.8 por
ciento, siete puntos menos que un año antes.
Las causas del desastre del cine español son varias, pero destacan el rechazo
de gran parte de los cinéfilos españoles, quizás por el sectarismo del los
principales cineastas, que han apoyado a Zapatero hasta lo irracional, después
de haber hostigado con la misma intensidad al gobierno de Aznar, y el letal
efecto de las subvenciones públicas, que han adormecido y narcotizado una
industria cinematográfica que ahora es incapaz de generar calidad y competir.
Muchos expertos y observadores creen que el cine español se ha perjudicado
porque muchos cineastas españoles, alineados con la izquierda
"progre", han apoyado públicamente a Zapatero, ignorando sus
múltiples y terribles errores y fracasos como gobernante, una actitud sectaria
que les ha perjudicado y que ha vinculado su imagen a desastres tan impopulares
como los del grupo de la "ceja" y la SGAE. En la práctica, el cine
español está siendo boicoteado de manera activa por cientos de miles de
ciudadanos, muchos de ellos con alto poder adquisitivo y con frecuente
asistencia a las salas de proyección.
Otros atribuyen el hundimiento a la piratería, acusación que los expertos
niegan porque las estadísticas demuestran que, por su falta de atractivo, el
cine español apenas es pirateado. Lo cierto es que, sin las subvenciones
públicas, que el gobierno ya no puede otorgar a manos llenas, como antes,
porque carece de fondos, el cine español agoniza, incapaz de abrirse camino por
sus propios méritos, en el mercado libre.
Influyen también en el colapso cinematográfico el "cerrojo" de las
entidades bancarias al crédito fácil y arriesgado, que era el que nutría al
cine español, la escasa confianza del capital privado en la capacidad de los
cineastas españoles y, sobre todo, la falta de calidad en buena parte de los
proyectos.
Lunes
13 Septiembre 2010