EL "SOCIALISMO" SÍ FUNCIONA, PERO SÓLO PARA
ALGUNOS
Artículo
de Francisco Rubiales en “Voto en Blanco” del 20 de septiembre de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Nos
rodea y nos envuelve la mentira, estimulada por el poder, amparada por los
medios de comunicación cómplices del gobierno y practicada a diario por miles
de sátrapas y aprovechados que viven de las arcas públicas, sin aportar nada
bueno a una España que está siendo conducida hacia el matadero por una casta
política indigna y fracasada, incapaz de conducir con destreza a su pueblo, que
ya ni siquiera merece respeto.
Como afirma George Orwell: “En una época de mentira
universal, decir la verdad constituye un acto revolucionario”.
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Una de la mayores mentiras del presente mundial es la defensa del socialismo,
una conspiración inmensa, alentada en todo el planeta desde el poder y desde la
legión de intelectuales y periodistas sometidos que niegan a los ciudadanos la
poderosa evidencia histórica de que el socialismo actual, que en nada se parece
al socialismo ético de los orígenes, explota a sus pueblos, esparce injusticia
y desigualdad y genera castas de privilegiados que acumulan ventajas y riquezas
ilícitas a cosa de la miseria de sus administrados.
En un momento de sinceridad que sólo es explicable desde su incipiente demencia
senil, Fidel Castro ha reconocido el fracaso del sistema estalinista creado en
Cuba por él mismo. “El modelo cubano ya no funciona ni para nosotros”, afirmó
Fidel ante el periodista norteamericano Jeffrey Goldberg
cuando éste le preguntó sobre la vigencia del modelo castrista
y su validez para otros países
La condena del socialismo por parte de uno de sus principales impulsores a
escala mundial es importante por todo lo que significa como reconocimiento de
la sangre, el dolor, la injusticia, la infelicidad y la tristeza que ese
sistema ha generado en el planeta.
Sin embargo, a Fidel le faltó decir toda la verdad porque silenció que el
socialismo sí ha funcionado para millones de aprovechados, dirigentes, cuadros,
sometidos y servidores del sistema, los cuales, a cambio de sus servicios, han
recibido privilegios y riqueza que jamás merecieron.
Para algunos cubanos, como el cantante Silvio Rodríguez, sí ha funcionado, como
lo demuestran sus cuentas saneadas en divisas, depositadas en
"paraísos" capitalistas, y su nueva casa, de cinco mil metros
cuadrados, que pronto inaugurará en el polo turístico de Jibacoa,
a 60 kilómetros al Este de La Habana. A Silvio, como premio por su fidelidad al
castrismo y por su falsa rebeldía, que logró engañar a una parte de la
intelectualidad izquierdista mundial, el totalitarismo castrista le permitió
privilegios inimaginables para la inmensa mayoría de los cubanos, únicamente al
alcance de esa casta poderosa e impune integrada por los "dueños" de
la Revolución.
En otros países, como España, el "socialismo", gestionado por
Zapatero, ha llevado al país hasta la ruina económica, el fin de la
prosperidad, la liquidación del Estado de Bienestar, el desquiciamiento del
Estado de Derecho, la pérdida de la esperanza en el futuro y el más triste y
desgarrador divorcio entre la sociedad y la "casta" dominante.
Pero ese mismo socialismo fracasado ha servido en España para que casi un
millón de "familiares y amigos" del socialismo cobren de las arcas
públicas en la actualidad, sin que sus puestos sean necesarios, sin que aporten
nada positivo al sistema, sólo como "compensación" socialista a su
lealtad y sometimiento al partido y a sus intereses, que, por supuesto, no son
los intereses de España.
El mismo "modelo" de falso socialismo sin ética se repite, con mayor
o menor intensidad, en todos los países donde ese sistema ha imperado o impera:
castas cargadas de privilegios que se enriquecen y viven al lado de pueblos que
se empobrecen, acribillados a impuestos, marginados del poder y oprimidos con
más o menos saña por élites que se dicen socialistas, que se consideran con
derecho a dominar y a someter a sus semejantes, pero que sólo son herederas
históricas de la más terrible tradición humana, la de los opresores y sátrapas
que exprimen a sus pueblos desde la cúspide del Estado.
Silvio Rodríguez es un ejemplo palpable de cómo el falso socialismo del
presente, gestionado por líderes como los hermanos Castro, Hugo Chávez,
Zapatero, Daniel Ortega y otros, que no funciona para las naciones y pueblos
donde coloca su zarpa, es capaz de gestionar privilegios y de
"premiar" a sus servidores y esclavos. Silvio Rodríguez, miembro
teórico de un pueblo que no tiene qué comer, que vive hacinado en viviendas
ruinosas e insalubres y que malvive envuelto en la miseria y el miedo, rodeado
de chivatos al servicio del partido, quiere ahora inaugurar su nueva
casa-estudio. La mansión, de tres plantas, se eleva sobre la cima de una de las
lomas de Jibacoa, con una maravillosa vista al mar.
La planta baja será un amplio parking. La primera planta, con amplios
ventanales, será dedicada al recibidor y cuarto de huéspedes. La segunda será
familiar; Silvio vivirá allí con su esposa e hijo y ojalá el agradable ambiente
le permita reflexionar sobre su ocaso y su traición.