¿EXISTE LA IZQUIERDA ESPAÑOLA? ¿QUÉ
NECESITA PARA REBELARSE?
Artículo de Francisco Rubiales en “Voto en Blanco” del 27 de abril de 2009
Por su interés y
relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio
web.
Muchos pensadores y analistas políticos, además de muchos
demócratas españoles, sorprendidos ante la enorme capacidad de
"soportar" traiciones ideológicas, contradiciones y vilezas que está
demostrando la izquierda española, se preguntan: ¿Qué debe ocurrir para que esa
izquierda, que se proclamó y se proclama defensora de la ética y los
principios, llegue a rebelarse contra esos dirigentes actuales que la denigran
y envilecen? ¿Sigue existiendo la izquierda española o ha desaparecido,
suplantada por gente sin principios que milita en los partidos a cambio de
privilegios?
Cuando todo un socialismo español es capaz de aplaudir, con unanimidad
escalofriante, al que nos lleva, de manera imparable, hacia los seis millones
de parados y al que ha convertido a España en el país donde se destruyen ocho
de cada díez empleos destruidos en toda Europa, es que esa izquierda ha perdido
la dignidad y se ha envilecido. Pero la izquierda española ha llegado mucho más
lejos en su carrera hacia la indecencia y ha aplaudido también las reiteradas
mentiras de Zapatero, su política suicida frente a la crisis, que empobrece a
España a velocidad de vértigo, el asesinato de Montesquieu y el consiguiente
control férreo de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial por los
partidos políticos, la ocupación y amordazamiento de la sociedad civil, el
engorde obsceno del Estado, atiborrado de enchufados, amiguismo, clientelismo,
asesores inútiles y gente camuflada que cobra dinero público sin trabajar, la
convivencia del poder con la corrupción, la transformación de la democracia
española en una oligocracia de partidos, el endeudamiento injusto de las tres
próximas generaciones de españoles, sólo porque él quiere seguir teniendo
dinero, y hasta el insoportable escándalo de llenar las calles españolas de
pobres que abarrotan ya los comedores de caridad.
Sin embargo, de todas las "fechorías" contrarias a la vieja moral de
izquierdas perpetradas por Zapatero, quizás la más elocuente y significativa,
aunque no la más importante, ha sido el abandono de la causa saharaui, dejando
a esos antiguos españoles, que fueron apoyados durante décadas por el
socialismo español, "tirados", a los pies de Marruecos, sumidos en la
desesperación y convertidos en presas fáciles de cazadores de dramas como Al
Queda, que ya se pasea como esperanza por los campamentos de Tinduf.
Algunos afirman con cinismo que mientras ZP tenga dinero y privilegios que
repartir, la izquierda española no se rebelará y tragará con todo, como lo ha
hecho hasta ahora con políticas que parecían inasumibles, como han sido las
alianzas "contra natura" con los millonarios españoles, a los que el
socialismo beneficia con su política, y con los nacionalistas extremos,
contrarios a la Constitución y partidarios de la desigualdad, a los que el
socialismo ha "regalado" un Estatuto Catalán que consagra el
principio obsceno de que debe recibir más quien paga más impuestos, contrario a
la solidaridad y a la autoproclamada "ética socialista".
Muchos ciudadanos con un pasado de izquierdas sí nos hemos rebelado y nos
negamos a admitir que el otrora digno edificio ideológico de la izquierda
española dependa hoy sólo del dinero y de las dádivas repartidas por el partido
en el poder. Acusamos a ese socialismo cobarde que capitanea Zapatero de haber
tirado por la borda un valioso capital de principios y valores que algunos
creíamos auténtico, en el que figuran la igualdad, el sentido de nación, la
solidaridad y, sobre todo, la etica, sin la cual la verdadera izquierda deja de
existir.
A Zapatero se le llena la boca hablando de "política social", pero
oculta que la principal política social, para la izquierda, siempre ha sido
proporcionar a los ciudadanos un trabajo digno, justamente lo que el gobierno
de Zapatero está destruyendo al incréble ritmo de más de 8.000 diarios. Sin un
trabajo digno, la "política social" del gobierno es pura limosna.
Zapatero se está convirtiendo en un experto en divorcios inexplicables e
indecentes para una izquierda que en el pasado fue etica: divorcio con los
principios, con los saharauis, con los trabajadores, con los internautas, con
los que sienten a España como nación y patria, con ese núcleo moral de España
que son las víctimas del terrorismo, con las raices cristianas...