INÚTIL CONSUELO

Zapatero se consuela de su descalabro atribuyéndolo a su «abnegada decisión» de inmolarse por el bien de España

Artículo de Eduardo San Martín  en “ABC” del 26 de junio de 2011

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Zapatero y sus epígonos siguen consolándose del trágico descalabro sufrido el 22M atribuyéndolo a su «abnegada decisión» de inmolarse por el bien de los españoles en el altar de la crisis económica. En el pecado llevarán la penitencia. No sólo nos quieren hacer olvidar que nuestro ingrávido presidente sólo rectificó una política suicida cuando le pusieron una pistola en el pecho. También, que la deserción del voto socialista había comenzado antes y a causa de razones menos heroicas.

Por ejemplo, a espectáculos como el del miércoles por la noche en el Congreso. La lógica del Gobierno obedecía a una necesidad extrema: si perdía esa votación tenía que irse. Pero, ¿puede entender un votante de izquierda que se mendigue un voto, a cambio de una concesión que deja al pie de los caballos a los sindicatos estatales, y a un partido que acaba de instalar en San Sebastián y en la Diputación de Guipúzcoa a los albaceas de Batasuna y cuya estrategia es segar la hierba bajo los pies del primer lehendakari socialista y constitucionalista de Euskadi?

Algunos próceres socialistas que ahora defienden a capa y espada el «supremo sacrificio» del líder, como Gregorio Peces-Barba, denunciaron en su día, el desvarío cometido por la dirección del PSOE en asuntos como el estatuto de Cataluña. Tal vez quieran olvidarlo ahora. Pero en ese trato preferente dado a los nacionalismos, incomprensible desde cualquier perspectiva socialdemócrata, se inició la sangría del PSOE. Quienquiera que se hubiera paseado por la España del centro y de la periferia pobre en aquellos tiempos, cuando aún no se barruntaba la crisis, habría escuchado los lamentos de unos dirigentes socialistas a quienes su secretario general dejaba al pie de los caballos. Algunos han perdido ahora. Y saben que su derrota comenzó a fraguarse bien antes de 2008.