Artículo de Eduardo San Martín en “ABC” del 10 de
junio de 2009
Por su interés
y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio
web
Resulta
poco menos que imposible aislar el momento exacto en que un continuo político
cambia de tendencia. Nos hallamos ante un proceso acumulativo cuyo momento
inaugural, salvo cataclismo, suele quedar difuminado por el impacto del
acontecimiento más reciente. Por esa razón, es tan aventurado asegurar que los
resultados de las elecciones del domingo constituyen el principio de un cambio
de tendencia como descartar con rotundidad, como hizo Zapatero el pasado lunes,
que se perciba ya una «pulsión de cambio». Todo lo cual no quita para que se pueden arriesgar hipótesis.
El
desenlace de los comicios tendrá efectos sobre el rumbo de la legislatura. Eso
es seguro. Habrá que ver en qué dirección, aunque algo se puede vislumbrar.
Mucho va a depender de una recuperación económica tan incierta como anhelada y
del impulso con que llegue el gobierno a la presidencia de la UE, en la que
Zapatero tiene puestas todas sus complacencias. Y el PSOE afronta tocado ambos
emplazamientos. Porque una cosa es que no se pueda establecer con precisión el
punto de no retorno de una deriva política, y otra que no se perciba de donde
sopla el viento.
Nunca
ha perdido el PSOE unas elecciones por un trasvase de votos (así que resulta
irrelevante la seguridad que expresa Zapatero de que no se ha producido en esta
ocasión). Lo ha hecho por la desafección de sus electores. El ejemplo más claro
fue el de 2000: el PP consiguió una mayoría absoluta con casi los mismos votos
con los que perdió en 2008. Más de dos millones de votantes de izquierda se
quedaron en casa. Y si hay una conclusión clara de las elecciones del domingo
es que muchos electores socialistas han manifestado su desapego respecto del
gobierno. Por la crisis, pero no sólo. Por falta de confianza, sobre todo. Si
se trata de una tendencia irreversible dependerá mucho del propio gobierno.
Pero quizá más del comportamiento de la oposición.