HABLANDO DE MENTIRAS...

 

 Artículo de Isabel San Sebastian en “El Mundo” del 14.05.07

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. 

 

Aplicando con maestría esa vieja estrategia militar que considera el ataque la más eficaz modalidad defensiva, los socialistas han adoptado como leit motiv de su campaña acusar al PP de ser «el partido de la mentira». ¡Y lo dicen ellos, que han convertido el arte de mentir en práctica habitual de gobierno! ¡Ellos, que mienten tanto y tan descaradamente como para hacer que nos preguntemos si nos toman por idiotas! ¡Ellos, que siguen al pie de la letra los consejos de Goebbels y repiten sus propias mentiras hasta el infinito, en un vano empeño de convertirlas en verdades!

Llegaron al poder mintiendo en su programa electoral sobre la política antiterrorista, defendiendo un pacto basado en la persecución implacable a ETA, cuando ya estaban negociando en la sombra con esa banda criminal. Mintieron durante meses al negar cualquier conversación con los pistoleros, al tiempo que se reunían con terroristas tan selectos como Josu Ternera, autor de la masacre del cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, a quien facilitaron impunidad para moverse libremente por Europa y eludir la acción de la Justicia. Volvieron a mentir al excluir la posibilidad de hacer cesiones políticas a los asesinos a cambio de su alto el fuego temporal, como acaba de quedar demostrado con la presencia de ETA/Batasuna en las elecciones municipales, convertida en ANV y bendecida por la Fiscalía y la Abogacía del Estado. Mienten en su pretensión de apelar a la Ley de Partidos para justificar esa claudicación, cuando el Supremo les ha dicho claramente que en virtud de dicha disposición legal deberían haber actuado contra la tapadera en sí; es decir, contra esa Acción Nacionalista Vasca que no es sino una herramienta creada por la organización terrorista para servirse de ella en el momento oportuno.

Y rizan el rizo de la mentira cuando la trasladan al Tribunal Constitucional y la disfrazan de «error», al proporcionar al Gobierno un argumento poderoso para sacar pecho -ilegalizar ANV habría sido ir demasiado lejos- y recular al día siguiente, una vez que el daño está hecho y la confusión sembrada. Mienten al vendernos que soltaron a De Juana porque su vida corría peligro y ocultarnos que fue una exigencia expresa de los encapuchados. Mintieron al explicar la defenestración de Fungairiño como fruto de una presunta deslealtad por su parte, cuando no hacían sino desactivar a la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Mintieron al decir que el proceso se había terminado y cuando niegan que entregarán Navarra a quienes quieren integrarla en el País Vasco independiente. En esas mentiras les hemos pillado, pero ¿cuántas habrán logrado colar?