SÍ, PERO NO AHORA

Artículo de Consuelo Sánchez-Vicente en “La Gaceta” del 28-5-10

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

El diagnóstico de Rajoy me parece certero y sus razones para no apoyar ayer a Zapatero explicables. Pero la democracia moderna es un régimen de opinión pública. La razón te la tienen que dar los ciudadanos, y mi impresión es que quien mejor conectó con la calle, que quiere ver al PSOE y al PP juntos contra la crisis, y acertó con la medicina, fue Duran i Lleida. Pienso que el catalán estuvo tan serio y tan duro con Zapatero como el popular, sin concesión ni complicidad alguna. Pero la situación del Gobierno español en el club de la UE es tan delicada que si ayer Zapatero llega a perder esa votación, es posible que ya estuviésemos en campaña electoral. Por empezar por el final, no creo que sea el momento de ir a unas elecciones anticipadas ahora, con todas las cuadernas de la nave crujiendo. No creo que esa sea la forma de evitar que nuestra economía entre en coma.

Que Zapatero no debe agotar una legislatura que ya resulta agónica me parece evidente, pero cada día tiene su afán. El primer problema que tiene hoy la economía española es, como dijo Rajoy, la desconfianza, pero en mi opinión no sólo ni el Gobierno ni en su presidente, sino también en el país. Zapatero, como dijo el líder de la oposición, es “el peor lastre”, y el decretazo de ayer es el símbolo del “fracaso de toda su política”; por su culpa, por su culpa, por su grandísima culpa… y dos huevos duros, además, políticamente hablando. A mí este presidente me parece de juzgado de guardia. Pero creo que Duran i Lleida tiene razón en que lo que le faltaba a la ya muy maltrecha credibilidad de la marca España es meternos en elecciones y quedarnos justo ahora sin Gobierno. Es lo que hubiera ocurrido, en mi opinión, si ZP no hubiera conseguido que el Congreso respaldase aunque fuera por un solo voto el decreto del recorte del déficit que le ha impuesto la UE (y el FMI, y Obama, porque estamos “tutelados”, sí). Lo que nos faltaba, desde mi punto de vista, para acabar de convertirnos en los indeseables y en el peligro de Europa.