LA CRISIS VASCA, PRUEBA CRÍTICA PARA EL LIDERAZGO DE ZAPATERO

 

GONZÁLEZ, MUY MOLESTO CON EL PRESIDENTE

 

Hablilla de “El Semanal Digital” del 08/01/05

 

Pese a que nadie quiere ahora dramatizar la situación, en diversos escenarios se vive la actual situación política con gran inquietud. En La Zarzuela se sigue muy atentamente.

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado la información que sigue para incluirla en este sitio web. (L. B.-B.)



8 de enero.  Las llamadas "fiestas de invierno" en Ferraz han acabado por convertirse en un fiasco. Sólo, dicen en la sede del PSOE, ha descansado el secretario general y su familia cuidando su privacidad y desapareciendo de la vida pública tras la cena que ofreció a sus ministros en La Moncloa antes de Nochebuena.

Esta desaparición, y la negativa de sus asesores a atender a altos cargos del partido durante las recientes fiestas han creado cierta perplejidad. Mucho más cuando la situación política se ha traducido en importantes almuerzos y cenas políticas donde la salida de la crisis vasca ha sido el tema principal de debate.

Para Felipe González, como ya advirtió a su círculo más íntimo, toda la actual situación parte de lo que cree que fue una utilización frívola primero de la necesidad de la reforma constitucional; después del planteamiento urgente de los estatutos; y finalmente del cierre de un pacto con los independentistas catalanes de ERC, convertidos en la clave de la estabilidad del ejecutivo tripartito de Cataluña y de la estabilidad política del Gobierno de la nación.

González, que sigue manteniendo hilo directo con La Zarzuela, es consciente del enorme clima de preocupación que hay desde hace ya cierto tiempo por cómo se está manejando esta crisis. Fuentes felipistas aseguran que lo más preocupante de esta situación es el "día después" del debate y rechazo en el Congreso de los Diputados.

¿Qué hara el presidente del Gobierno si el lendakari no acepta las votaciones de la Cámara? En Ferraz y en La Moncloa son conscientes de la gravedad de esta crisis aunque el presidente quiera desdramatizarla. Si se supera con éxito convincente y definitivo, Zapatero habrá consolidado su liderazgo tanto el frente del PSOE como del Gobierno. Si no lo logra, se abrirá una crisis política con un escenario que nadie quiere imaginar pese a lo gráfico que fue el lendakari al preguntar "si vamos a liarnos a tortas" a estas alturas.