ETA MARCA AL GOBIERNO EL PRECIO PARA DEJAR LAS ARMAS


  Editorial de   “El Semanal Digital” del 25.11.05

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

ETA se muestra satisfecha con la situación política española, al tiempo que pide la internacionalización de su "conflicto" y fija el precio del trueque: "armas por naciones".

25 de noviembre de 2005.  Contra su costumbre, la banda terrorista ETA remitió ayer un comunicado a la emisora británica BBC, dirigido a las "organizaciones internacionales" y no a su público nacionalista habitual. En los dos folios del documento, la organización criminal hace su propia valoración de los últimos acontecimientos políticos y describe su percepción del futuro inmediato.

Los etarras no hacen mención a tregua, y mucho menos a rendición, pero la banda constata que pese a que la "opresión" española y francesa sigue en los territorios de su nación soñada, el Gobierno español ha dado pasos oportunos hacia su idea de la "superación del conflicto". Así, ETA constata la debilidad de España tras las "acciones armadas" del 11 de marzo de 2004, y hace suya la propuesta de Batasuna de una doble negociación.

ETA se muestra contenta en el comunicado porque aprecia en la política española "elementos novedosos", en una clara referencia a la satisfacción que la banda terrorista ha obtenido con la ruptura del Pacto antiterrorista entre PSOE y PP y la aprobación del Estatuto catalán en el Parlamento de Cataluña y posterior tramitación en el Congreso de los Diputados.

De hecho, por primera vez desde Perpiñán ETA incluye a Cataluña entre sus éxitos, haciendo suya también esa reivindicación independentista. Porque la "salida democrática" de ETA, que los asesinos ven posible y cercana, pasa por un acuerdo entre los partidos políticos nacionalistas y el PSOE que reconozca los principios básicos de la doctrina nacionalista: autodeterminación y territorialidad. Y Pasqual Maragall ha abierto la puerta de tales reivindicaciones.

ETA no ha declarado una tregua, pero ha explicado por qué aún no. Todavía no, porque antes ha de solucionarse su reivindicación política fundamental, es decir la legalización de Batasuna ("permitiendo la participación de todas las opciones políticas") y la "negociación sin exclusiones". Es decir, con la exclusión del PP y de al menos la mitad de los vascos.

ETA mete a Cataluña y al País Vasco en el mismo saco, al tiempo que se felicita por la ruptura del Pacto Antiterrorista. Zapatero quiere una tregua, y aún no la tiene; pero los terroristas ya dan por cumplida la primera condición, que era el aislamiento del PP y el inicio de un proceso de reforma institucional sin límites.

ETA no ha cambiado, sigue diciendo lo mismo que siempre con las mismas palabras, y sigue exigiendo lo mismo. Ha cambiado, sin embargo, su interlocutor. España tiene hoy un Gobierno dispuesto a admitir que en el país hay varias naciones, o lo que es lo mismo que existe un derecho a la autodeterminación. Una vez aceptada la idea de que puede haber un precio político por los asesinatos, lo de menos es discutir el importe. ETA se ve a sí misma con posibilidades de victoria.