ZAPATERO DESHACE EL ESTADO PARA SOBREVIVIR
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Bien,
a primera vista es sorprendente que el PNV haya mantenido una dura negociación
sobre los Presupuestos del Estado para lograr que Zapatero le otorgue casi
quinientos millones de euros a la Comunidad Autónoma Vasca a cuenta de las
políticas activas de empleo, cuando los nacionalistas no gobiernan en ella.
Descartemos
un regalo del PNV a Patxi López. Pensemos más bien que el PNV considera su
actual papel de oposición como coyuntural, y está preparando su regreso al
Gobierno vasco, que, según entiende, le pertenece de pleno derecho. López (y su
alianza con el PP) no es más que un accidente. Todo volverá a su cauce, y hasta
Zapatero lo sabe.
Por
eso, el PNV ha atacado, cuando mejor le convenía por ser más débil su
interlocutor, al corazón del Estado: el control del gasto social, la llamada
Caja Única. Casi lo único que le quedaba al galimatías autonómico nacional, si
dejamos aparte al Ejército y un par de cosas más.
El
PNV ha aprovechado que está en la oposición, pero que es clave para la
perpetuación de Zapatero (al menos hasta 2012), para atacar el fuero (la
política de redistribución social del Estado) y, además, llevándose el huevo
(cientos de millones del Estado) para que los vascos gestionen de forma
autodeterminada lo que corresponde al Estado central.
Porque
ese partido sabe que, como fruta madura, el País Vasco volverá a su control, y,
para entonces, habrá arañado una vez más competencias irreversibles al Estado.
Porque, hay que recordar, una de las características del Estado Autonómico es
que éste siempre puede conceder competencias a sus partes, pero nunca
reclamarlas de ellas.
Conclusión:
al tal Patxi López le quedan dos telediarios. Zapatero, que ha ignorado a su
hombre en el País Vasco en toda la negociación con los nacionalistas,
preocupado el Presidente por su indigencia parlamentaria para completar su
mandato, parece dispuesto a sacrificar la plaza vasca por mantener la Moncloa.
Pero, lo que es peor, ha aceptado horadar los principios básicos de la
administración social de España para que le aprueben los próximos Presupuestos,
y no verse obligado a suspender la Legislatura.
El
PNV ha estado corto en la negociación. Si pide la Giralda, Zapatero se la da.
Pero los nacionalistas vascos no han estado avisados, porque siempre miran
intramuros de su país. Por lo demás, el PNV ha acertado. Si se rompe la Caja
Única social del Estado, éste empieza a no existir, o existir simplemente como
un fantasma nominal. A partir de ahí, que Patxi López persevere como otro
fantasma no tiene importancia.
España
existe como ilusión óptica, casi como camiseta deportiva. Toda la musculatura
que hay dentro es susceptible de ser entregada sin posibilidad de reversión a
cada taifa autonómica que se coloque en situación de exigirla. Y, en el caso de
los nacionalistas (vascos o catalanes) ni siquiera importa que no gobiernen.
Porque la promesa implícita de Zapatero es que, además de las dádivas,
transferencias o estatutos, tendrán su merecido gobierno, el que corresponde
por designio divino a los nacionalistas.
Así
lo logrará pronto en Cataluña, devolviendo a CiU lo que “es suyo” después de
dejar Zapatero a su partido y a Montilla a los pies del ridículo; y así pasará
en el País Vasco, donde Patxi López será el mártir que permitió que Zapatero
alargara su agonía.