EL DERRIBO


Artículo de
Alfonso USSÍA  en “La Razón” del 04 de mayo de 2008

 

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Después de Cataluña será «nación» Vasconia, y con ella la deseada Navarra, que será moneda de cambio de apoyos y favores

 
Según las últimas filtraciones, el sector izquierdista y nacionalista del Tribunal Constitucional, mayoritario por el voto de calidad de su Presidenta, se dispone a desmontar España. De aceptar que Cataluña sea definida en el preámbulo del Nuevo Estatuto de Autonomía como una «nación», se culminaría no sólo una barbaridad relacionada con los intereses políticos y partidistas, sino el principio del derribo de una unidad casi milenaria, y por lo tanto, de una descomunal traición. Ya ha anunciado el dirigente nacionalista Artur Mas, que si Cataluña es reconocida como «nación» por el Tribunal Constitucional -y parece que así será-, tendrá que establecerse una relación bilateral con el Estado. Una nación no puede formar parte de otra nación, y eso es lo que pretenden hacer los que han llevado, por pactos políticos y conveniencias de gobernación, a España a una situación límite y con la única salvación jurídica del Tribunal Constitucional, salvación que no tendrá lugar porque muchos de sus miembros son agentes políticos marcados por la obediencia al Poder Ejecutivo.

 
Por lógica, después de Cataluña será «nación» Vasconia, y con ella la deseada Navarra, que será moneda de cambio de apoyos y favores. Y Galicia aguardará a que le llegue el turno, y España pasará a no ser casi nada, porque una nación de naciones con relaciones bilaterales del Estado con cada una de ellas se convertiría en un despropósito insoportable de mantener. Los nacionalismos son insaciables, y el único plato que colma su hambre es la independencia. Con la posible aceptación del término «nación» para Cataluña por parte del Alto Tribunal, el camino hacia la descomposición de España queda inaugurado y abierto

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Eso sí, sabremos uno por uno los nombres y apellidos de los autores de la tropelía. No nos servirá de mucho ese conocimiento, pero al menos vivirán con la vergüenza de no poder esconder la autoría del derribo. En las nuevas «naciones» serán tratados como héroes, pero en la Nación única se les señalará con el dedo de la acusación popular con mucha más fuerza y dureza conceptual que la elegida para señalar a los irresponsables. Podría darse el caso de que el derribo de España lo propiciara un empate roto por el voto de calidad de la Presidenta del Tribunal Constitucional. Que de una sola persona dependa el futuro de España, es algo que aterroriza.

 
Podría suceder que los rumores y las filtraciones no respondieran a la realidad, pero me temo lo peor. Y a este callejón sin salida, porque la salida está ocupada y bloqueada por quienes tienen la última palabra, hemos llegado por los infames pactos políticos de un socialismo que se ha entregado a los nacionalismos extremos para gobernar.

 
Empiezo a sentir asco por una sociedad tan mansa y apacible que todo lo acepta. Empiezo a sentir asco por una clase política que juega con lo que pertenece a todos. Por una Alta Justicia que ya ha demostrado en asuntos previos hasta qué punto puede establecerse en las soterras. Por un mundo económico y financiero que traga lo que sea con seguir en el palmito de los inmensos beneficios. Parece que estamos siendo gobernados, juzgados y tutelados por Pajares. Derribo inmediato.