¿ADÓNDE VAMOS?

 

 Artículo de Alfonso USSÍA  en  “La Razón” del 04/12/2004

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

¿Adónde nos quieren llevar el rencor, el revanchismo y la debilidad del Gobierno socialista? En el Congreso, burla a la democracia. Trampa miserable. Asesinato, no sólo de Montesquieu, sino del reglamento. Nuevo pago a las minorías nacionalistas. En breve, tendrán un sistema judicial propio y España se agrietará aún más. El Gobierno se propone conceder la residencia sin permiso de trabajo a todos los imanes de las mezquitas. ¿Están locos o son idiotas? Los independentistas de ERC reciben en el Congreso de los Diputados a unos individuos imputados por pertenecer a la ETA. Ahí, en el templo de la soberanía popular de los vivos y de los muertos, los socios de Zapatero abrazan y dan cobijo y palabra a los cómplices del terrorismo. Van más allá los indispensables socios del Gobierno de Zapatero. «Esquerra Republicana» pide que la Constitución no dé poder a las Fuerzas Armadas para «invadir» Cataluña. Que yo sepa, la Constitución no da poder a nadie para invadir Cataluña, entre otras razones porque el Ejército no puede invadir un territorio español. Otra cosa es que se despliegue, o que tenga mayor presencia, o que dado el caso, y cumpliendo el mandato constitucional, defienda la unidad territorial de España. ¿Adónde vamos y a qué esquizofrenia nos llevan estos supuestos gobernantes? Repito la pregunta. ¿Están locos o son idiotas? ¿Anteponen su delicia por el poder a los intereses elementales de España? En ese caso, ¿son también unos traidores? ¿Cómo van a explicar a los votantes socialistas que su fin es gobernar como sea a costa de España y de su Estado? España es la Patria, la Nación, y el Estado, el encargado de administrarla. Sin España, ¿qué queda del Estado? ¿Todo sirve para permanecer en el poder? ¿Adónde nos llevan estos irresponsables blandos, pactistas, acuclillados, demagogos y tramposos? Da igual que se pierda una votación en el Parlamento. Se repite y ya está. ¿Por qué no se repiten las elecciones generales? ¿Qué pretenden estos necios? ¿Llevárselo otra vez? Pueden hacerlo. El anterior Gobierno les dejó rebosantes las arcas del Estado. Les dejó una envidiable situación de prestigio en el exterior. Ya se lo han cargado. Maragall reparte mapas independentistas que invaden –ahí sí tiene sentido la voz «invasión»– Valencia, Castellón, Alicante y las islas Baleares, y no pasa nada. Enfrentamiento con la Iglesia y alfombras al islamismo. ¿Están locos a son idiotas? Intervención en la Justicia, intervención en la banca privada, intervención en las empresas, intervención en la libertad, es decir, amputación de la libertad. ¿Adónde vamos con esta tropa? Y nada de sonrisas. Su misma presión ha terminado con la farsa. Ya están en el insulto, instalados en la mentira, dominados por la crispación, empecinados en sus errores. En breve empezarán a llevárselo. Da igual. Una Estado bien administrado se recupera. Lo malo es que se pueden llevar por delante algo mucho más importante que al Estado, es decir, al administrador. Pueden acabar con el administrado, o sea, con España. Y a eso nos llevan.