JUGAR CON FUEGO

 

 Artículo de César VIDAL en  “La Razón” del 07/04/2005

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

Con un muy breve comentario al final:

 

ESTUPIDEZ Y LOCURA (L. B.-B., 7-4-05, 18:30)

 

El Gobierno que preside ZP –que se caracteriza por no gobernar y perder el tiempo en deplorables iniciativas– acaba de alumbrar una nueva idea relacionada con la Guerra Civil. Se trata, nada más y nada menos, que de revisar todos los procesos militares de la Guerra Civil –sólo en el bando vencedor, claro– y del franquismo. Semejante disparate jurídico, político y humano ha sido ya desaconsejado por  importantes instancias jurídicas, pero como el respeto por la legalidad y el sentido común no son precisamente características en ZP y sus acólitos parece ser que ya andan a la busca de un consejo de sabios o equivalente que legitime la tropelía. Lo tremendo no es que ZP vuelva a mostrar sus ansias

por liquidar la política de reconciliación nacional que caracterizó la Transición. Lo peor es que en su ignorancia enciclopédica –a decir verdad no hay casi nada en una enciclopedia que no ignore– no sabe que está jugando con fuego.

Cree esa falsedad de que todos los miembros del bando frentepopulista fueron acrisolados demócratas y que se jugaron la vida por la libertad y, para colmo, hasta piensa que sólo tuvieron descendientes de izquierdas.

Tres sorpresas como mínimo puede deparar la disparatada revisión de los procesos. La primera

es que no pocos frentepopulistas fueron procesados por asesinar a otros frentepopulistas. Los comunistas que persiguieron, torturaron y asesinaron a los anarquistas de la CNT o a los socialistas del POUM son un buen ejemplo. La segunda es que no pocos de los progres de hoy son descendientes de los represores y

jerarcas del franquismo. Imagínense que de repente nos enteramos de que el abuelo de un fiscal general del Estado socialista fue el que purgó, al servicio de Franco, a buena parte de la carrera judicial o de que el padre de una vicepresidenta del Gobierno del mismo color fue un jerarca de Franco o de que al abuelo de la esposa de un presidente del Gobierno del PSOE lo fusilaron los frentepopulistas y por eso a la viuda le dio Franco un estanco. La tercera consecuencia es que –sorpresa, sorpresa– se pueda descubrir que otros antepasados, éstos del Frente Popular, fueron lisa y llanamente unos criminales. Por ejemplo, imaginemos –de nuevo es un suponer– que se descubre que el abuelo de un secretario general del PSOE

daba el paseo a la gente de su población y que incluso incurría en el ensañamiento de enterrarlos

hasta el cuello para luego hacer pruebas de tiro al blanco con la cabeza. Si esto sucediera, ¿qué va a hacer esa gente? ¿Negará el saludo a los compañeros de partido cuyos abuelos fusilaron o juzgaron a los frentepopulistas? ¿Renegará de sus ancestros franquistas y escupirá sobre sus retratos como los guardias

rojos de la revolución cultural china? ¿Gritará que hubieran preferido ser niños probeta? Desde luego, la izquierda y el nacionalismo juegan con fuego y el problema no es que en su estupidez puedan chamuscarse los dedos sino que arda todo lo que millones de españoles han hecho durante décadas para que podamos vivir en paz y libertad.

 

Muy breve comentario final:

 

ESTUPIDEZ Y LOCURA (L. B.-B., 7-4-05, 18:30)

 

Uno se pregunta qué droga se habrá chutado el país para soportar con esta tranquilidad un tal nivel de estupidez y locura, que nos puede hacer retroceder medio siglo. Uno se pregunta cómo es posible que el botarate que permite la puesta en marcha de todo este conjunto de acciones demenciales esté en cabeza en las encuestas. Uno se pregunta cómo es posible que, después de treinta años de democracia en España y Cataluña, hayamos degenerado hasta ser gobernados por algunos dirigentes que constituyen un peligro nacional. Uno se pregunta cómo es posible que algunos pretendan activar procesos de revisión que podrían poner en cuestión la "corrección política" hasta de su propio padre, enfervorizado miembro de la División Azul.

Uno tiene amigos comunistas y excomunistas ---y por cierto, cada vez abundan más en la dirección del PSOE gentes con esta otra opción biográfica---. Y entre los comunistas de los tristes años de la guerra y la postguerra, unos lucharon por la libertad, y se sacrificaron por ella, y otros se sacrificaron por Stalin o sacrificaron la libertad y a aquellos que la defendían. Pero, en fin,  ¿qué sentido tiene remover todo ese lodo ahora?¿A qué necesidades psicóticas responde todo esto?

Rosa Aguilar decía hace unos meses algo así como que muchos de sus compañeros de Izquierda Unida deberían reconciliarse de una vez con la sociedad española, que mayoritariamente le ha dado la espalda al tarugismo y al revanchismo. Y lo mismo podríamos decir de muchos miembros de ERC. Ambos grupos y bastantes miembros de la dirección del PSOE deberían poner el contador de resentimientos artificiales a cero de una vez y asumir la realidad española del siglo XXI, y no la del XIX o mediados del XX.

Pero quizá sin un posicionamiento no acomplejado del PP, que ponga en cuestión toda esta política demencial y la denuncie ante los españoles, no se podrá acabar con toda esta basura. Y en ello tienen que ser ayudados por aquellos socialistas de toda la vida, que son capaces de actuar sin complejos ante estos recién llegados sin principios o izquierdosos resentidos que activan esta basura política. Ojalá que los demócratas y socialistas de toda la vida despierten de una vez, y desenmascaren toda esta farsa, o iremos  a peor. Vistas las cosas desde Cataluña, esta necesidad se hace más urgente, aunque aquí me temo que no queden socialistas. Están absortos o absorbidos por el nacionalismo.