EL REGRESO DE AZNAR

 

Artículo de Joaquin Vila en “El Imparcial” del 27 de enero de 2009

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

Lo único que le faltaba al PP para descoyuntarlo del todo: una trama de espionaje interna, en la que unos se acusan a otros de andarse fisgoneando. Aún no se sabe si hay algo de cierto en todo este escándalo. Pero si “El País” anda azuzándolo, algún socialista o algún allegado al alcalde de Madrid, debe de esconderse detrás filtrando papeles y fotos como un loco.

Rubalcaba, que siempre sabe más de lo que dice, por algo es el que tiene el colmillo más retorcido de la política española, ironiza con que se trata de una historieta de Mortadelo y Filemón, Gallardón tira la piedra y esconde poco la mano y Esperanza Aguirre lo niega todo. Lo único cierto es que, de nuevo, han salido los cuchillos a relucir entre el alcalde y la presidenta de la Comunidad. El final del culebrón se sabrá pronto o nunca.

Y, una vez más, la actitud de Rajoy resulta ser lo más llamativo y escandaloso de todo este guirigay. El presidente del PP, que contó con el incondicional apoyo de Esperanza Aguirre durante toda la legislatura anterior, se ha pasado ahora al bando de enfrente, al lado de Gallardón. Y aparece muy farruco advirtiendo que cortará cabezas si hay responsables. Resulta evidente que todas las cabezas a las que él y el alcalde apuntan rodean a la presidenta de la Comunidad.

Pero en este nuevo episodio, con espionaje o sin él, sólo hay algo cierto: Rajoy está fuera de juego. Es incapaz de evitar la gresca entre sus dirigentes y en cuanto surge un problema se camufla tras la barba. Su liderazgo se ha esfumado definitivamente y, aunque él se empeñe en enrocarse al frente del partido, incluso, como ha asegurado hace poco, despeñándose en las próximas elecciones autonómicas y europeas, pocos le quieren como candidato en 2012. Nadie le considera capaz de derrotar al PSOE. La incógnita, pues, sólo es una: ¿Quién estará en la foto del cartel electoral? ¿Quién hará frente a Zapatero?

Gallardón y Esperanza Aguirre están, aunque agazapados, o menos, en esa carrera. Pero si uno de los dos diera el salto a la palestra se encontraría de inmediato con su antagonista y todo su equipo torpedeando la candidatura. Lo que supone que, virtudes y defectos al margen, ninguno de ellos pueda lograr el apoyo y, sobre todo, la imprescindible unanimidad del partido. De entre los jóvenes del PP, no ha despuntado aún ningún mirlo blanco que pueda colocarse al frente del cartel electoral con un mínimo de garantías. Y, además, el tiempo ya corre en contra de esos experimentos.

Así las cosas, la mayoría de los votantes, militantes y dirigentes del partido vuelven la vista a José María Aznar, el hombre que por dos veces consecutivas logró que el PP gobernara en España y, para muchos, el mejor presidente que ha pasado por la Moncloa. Ahora, falta saber si él está dispuesto a dar el paso, primero, para atajar el desaguisado del partido y, luego, para hacer frente a Zapatero en las urnas y donde haga falta. Se mire por donde se mire, no parece haber otra alternativa fiable dentro del partido. En caso contrario, el tortazo electoral del PP parece inevitable. Peor aún: la victoria de Zapatero estaría asegurada por tercera vez. Y, probablemente, España no aguante tanto.

José María Aznar, entretanto, se deja querer, pero no dice esta boca es mía. Eso sí, está indignado con las trifulcas del PP y cada vez que habla, ya sea de política exterior o de medio ambiente, le arrea un pescozón a Rajoy. Más o menos sutil, pero pescozón. Sus más allegados aseguran que nunca volverá a la primera línea. Pero ya se sabe que el gusanillo de la política nunca desaparece. Por eso, algunos andan picándole para despertarle el gusanillo. Ya es un clamor que se vive dentro del PP y que se lo dijo a voz en grito la pasada semana en Valencia un veterano militante: Aznar, vuelve.