BLANCO RESURGE CON EL DECLIVE DE ZAPATERO

Artículo de Joaquin Vila en “El Imparcial” del 05 de octubre de 2009

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web

 

Cuando llegó a la Secretaría General del PSOE en 2000, José Blanco parecía un paletillo gallego con escaso futuro. Le venía todo grande: el puesto, las gafas, el traje y el castellano, con el que todavía hoy se enreda. Zapatero nombró después un equipo de ministros y ministras, cuyo primer éxito mediático apareció en la portada del Vogue.

Quizás por eso, al principio, nadie se fijó en él. Hasta que comenzó a cogerle gusto a los micrófonos y a ejercer con contumacia su misión: despellejar al PP, laminarlo, emparedarlo, destruirlo. Para los periodistas se convirtió en un chollo. Daba titulares, animaba el cotarro político. Zapatero había acertado.

Cuando el Gobierno cometía un error como la negociación con ETA, José Blanco acusaba directamente al PP de no querer la paz. Cuando ya caía como un puñal la recesión, José Blanco y luego todo el PSOE, primero la negaban y luego acusaban al PP de querer la ruina de España, de antipatriotas. Rajoy y a menudo Aznar se convirtieron en responsables de todos los males.

Pocos como José Blanco manejan la propaganda política con tanto acierto y, menos aún, con tanto descaro. Ha triturado al PP. Porque esas balandronadas terminaban por cuajar en muchos rincones mediáticos y en muchos corrillos. Y lo que al final cuajó, en buena parte por eso, fue una nueva victoria electoral sobre su eterno rival. Después de protagonizar uno de los más nefastos Gobiernos, volvieron a derrotar al PP. Y José Blanco se partía de la risa.

Y así, hasta que Zapatero le nombró ministro de Fomento. Ese día el traje ya no le cabía, las gafas eran de un violeta metrosexual y aunque seguía enredado en el castellano transformó su discurso, se olvidó del PP, puso cara de hombre de Estado y empezó a rediseñar el mapa de comunicaciones de España. Se abrazó a Esperanza Aguirre. A veces hasta sonreía abiertamente, sin mueca irónica.

Pero ahora el puesto peligra. La crisis económica desestabiliza a Zapatero, se han quedado sin “El país”, en todas las encuestas gana el PP. Y José Blanco ha vuelto a las andadas. De nuevo, el PP es el culpable. Este mismo domingo lo ha dicho. Al partido de la oposición, según él, no le importa la crisis económica, ni los parados. Rajoy sólo piensa en la corrupción que le pringa. José Blanco ha dado en el clavo: la crisis económica es consecuencia de la corrupción del PP. El “bigotes” es el “Madoff” español.

Blanco resurge con el declive de su amigo y presidente. Y a este paso, y como en la España de Zapatero todo es posible, igual un día le vemos aspirando a la Presidencia del Gobierno. No lo haría peor que su jefe.